Por cada sol que recibe un banco tradicional, entre el 40% y 45% representa el costo operativo por obtenerlo, señala Luis Terrones, Gerente de Emprendimiento de Cofide, a Gestión. Sin embargo, en las entidades microfinancieras, este costo se eleva a 65%, debido a los costos relacionados a la operación.
“El costo en microfinanzas es intensivo en personal y atención, porque justamente el público al que va dirigido toda la industria de microfinanzas en Perú es un público de bajo conocimiento y cree poco en el sistema”, indica Terrones.
“Y se necesita interactuar directamente a través de personal y de oficinas que den el frente, convenzan casi evangelicen a los potenciales clientes”, agrega.
Por ello, Terrones propone que la inversión en tecnología es importante, pero debe apuntar a llegar a todos los niveles rurales con una oferta adecuada. esto “implica menos costos al cliente, implica mejores servicios para que ellos tengan la posibilidad de solucionar sus principales problemas de acceso a fondos”, dijo.
Terrones citó un estudio del BID sobre transferencias de valor a mercados por inversión en innovación. Este se divide en países de ingresos bajos, medios y altos.
Así, al invertir en innovación en países de ingresos bajos, la transferencia de valor se distribuye en 90% para el mercado y 10% para el innovador. En tanto, en países de ingresos medios, las transferencias de valor se distribuyen en 70% para el mercado y 30% para el innovador, sea este una persona jurídica o natural.
“En países de ingresos altos, el 50% de todo el valor generado se transfiere al mercado y el otro 50% queda con el innovador”, indicó. Por ello, en países de ingresos altos, la distribución es equitativa entre quien innova y el mercado que se beneficia.