Bloomberg.- Nissan Motor extendió el programa de llamado a inspección que anunció esta semana mientras investiga cómo inspectores que no estaban autorizados terminaron aprobando la calidad de los vehículos.
Los automóviles fabricados y vendidos en Japón entre enero de 2014 y septiembre de 2017 serán llamados a inspección, informó Nissan en un comunicado el viernes.
La automotriz había anunciado previamente que los vehículos fabricados entre octubre de 2014 y septiembre de este año serían revisados. Alrededor de 1,16 millones de automóviles están afectados, por debajo de una estimación anterior de 1,21 millones.
Al Ministerio de Transporte de Japón le preocupa que el llamado a revisión de Nissan sea demasiado limitado y solicitó más información a la compañía, dijo a Bloomberg News un funcionario del gobierno con conocimiento del asunto.
El ministerio también pidió a otras automotrices del país que investiguen, añadió la fuente, que solicitó no ser identificada puesto que la investigación está en marcha.
Nissan utilizó trabajadores no certificados para aprobar la inspección de vehículos usando el sello de personal certificado, dijo el viernes el ministro japonés de Transporte, Keiichi Ishii.
“Es sumamente lamentable que la incapacidad para realizar correctamente la inspección final haya causado la preocupación de los consumidores y haya minado la confianza” en el sistema, subrayó Ishii. “Si hay una falsificación de documentos a nivel de toda la organización, se vuelve muy problemático”. El número de modelos que sería retirado aumentó a 38 desde 24.
Aproximadamente 15,000 vehículos fabricados por Nissan para otras automotrices, como Mazda Motor y Mitsubishi Motors, también serán llamados a inspección, dijo Nissan en un comunicado.
Nissan suspendió temporalmente el registro de vehículos en Japón y anunció que llamará a revisión los vehículos vendidos en el país en los tres años terminados en septiembre.
La medida, cuyo costo podría ascender a los 25,000 millones de yenes (US$ 222 millones), según el fabricante, se ha convertido en la primera prueba de fuego del máximo ejecutivo Hiroto Saikawa, quien en abril sustituyó a Carlos Ghosn en el cargo.
Nissan ha indicado que los vehículos de más de tres años no necesitarán una reinspección porque Japón ya exige que los vehículos sean vueltos a inspeccionar por personal autorizado tres años después de su venta.
El período de tiempo se amplió para tener en cuenta algunos inventarios puesto que algunos concesionarios compraron vehículos en anticipo de una venta. Nissan reconoció casos de empleados no certificados que aprobaron vehículos.
Por lo general, trabajaban bajo la supervisión de un inspector certificado, afirmó la compañía en un comunicado por correo electrónico en respuesta a los comentarios del ministro.
“Sin embargo, ha habido casos de inspectores sin certificación que trabajaron solos y estamparon los documentos finales de inspección”, dijo Nissan. También había copias múltiples de tales sellos usados para hacer los trámites de compra de vehículos en el mercado japonés, agregó.
Saikawa dijo que investigará personalmente el asunto y descubrirá la causa antes de decidir quién debe asumir la responsabilidad por el “estremecedor” error. También habrá una investigación externa, prometió el ejecutivo en la sede de la compañía en Yokohama el 2 de octubre.
Las automotrices de todo el mundo están bajo un mayor escrutinio sobre la calidad de sus productos y el cumplimiento de las regulaciones a medida que los vehículos se vuelven más complejos y la industria hace una transición hacia la conducción autónoma, los coches eléctricos y la conectividad.
Los vehículos de Nissan exportados desde Japón no están involucrados en el llamado a inspección ya que el certificado es un requisito específico del Ministerio de Transporte japonés, dijo la compañía.