La decisión del Gobierno de Suecia de reabrir su embajada en el Perú parece haber fortalecido aún más el interés y optimismo de las empresas suecas por operar en el país; prueba de ello es la nutrida misión comercial que acompañó a la ministra de Asuntos relativos a la Unión Europea y al Comercio de Suecia, Ann Linde, durante su reciente estadía en Lima.

La ministra Linde, quien en su primera visita al Perú (21-22 nov.) tuvo el encargo de reabrir la Embajada de Suecia en Lima luego de 15 años, comentó que las empresas suecas ven al mercado peruano como una alternativa ”muy interesante” para hacer negocios en la región, una percepción que comparten las máximas autoridades del país escandinavo.

“Hace un año el Gobierno sueco adoptó una nueva estrategia en materia de exportación y creemos que el Perú es uno de los países más importantes y prometedores en lo que respecta a nuevos y mayores intercambios comerciales”, dijo la ministra luego de participar en el lanzamiento de una encuesta de clima de negocios en el Perú, realizada por Business Sweden en colaboración con la Embajada de Suecia en Lima.

Tras resaltar la firma de una hoja de ruta entre Perú y Suecia con miras a reforzar la cooperación bilateral, la ministra dijo que este es “un nuevo capítulo en nuestra relación no solo comercial, sino también de cooperación académica, cultural, y en otros campos como la igualdad de género”.

Marca ‘Suecia’ en el Perú.
El sondeo de clima de negocios realizado a la comunidad de empresas suecas presentes en el mercado local mostró que la mayoría de ellas “espera crecer junto con el Perú”, llegando cada vez a más consumidores a nivel nacional, aumentando su cuota de mercado y niveles de facturación, y generando mayores oportunidades de empleo.

“En esta encuesta las compañías suecas opinan sobre cómo se podría mejorar el clima empresarial en el Perú. Esperamos que las instituciones peruanas puedan usarla para identificar los obstáculos que impiden más exportaciones”, dijo la ministra Linde en diálogo con Gestion.pe. El comercio entre Perú y Suecia ascendió a más de US$ 370 millones en el 2015.

En la actualidad hay más de 65 empresas suecas operando en el Perú a través de subsidiarias (20) y representantes locales; entre ellas figuran ABB, Atlas Copco, H&M, Tetra Pak, Volvo, Securitas, Ericsson, Husqvarna, Elekta, SAAB y EF Education First.

Para las firmas suecas, el desarrollo de la responsabilidad social corporativa (RSC) es una “manera holística e integrada” de trabajar, además de ser un factor necesario para el logro de los objetivos de sus negocios. Según la encuesta, 3 de cada 4 empresas realiza iniciativas de RSC, sobre todo en áreas de bienestar laboral, capacitación y desarrollo, anticorrupción y ética empresarial y de igualdad de género e inclusión.

Resultados destacados del sondeo.
La actual percepción del clima de negocios e inversión por parte de las empresas suecas en el Perú es “positiva y muy confiada” en que este es un buen momento para invertir:

• El 98% de las firmas encuestadas considera que el actual clima de negocios es “neutral” o “favorable”; mientras que el 100% de las empresas percibe que el clima será “igual” o “más favorable” en los próximos tres años.

• Consultadas sobre el mejor momento para invertir en grande, el 45% dijo que el 2017 es el “momento óptimo” para realizar nuevas inversiones en el Perú. De la encuesta también se desprende que 8 de cada 10 empresas considera que el mejor momento para invertir es el 2017-2018.

• En cuanto a sus niveles de facturación, 8 de cada 10 firmas espera aumentar su facturación en el corto plazo y 9 de cada 10 en el mediano plazo.

• Respecto a sus empleados, 1 de cada 3 empresas espera aumentar el número de empleados directos en el 2017. Hasta la fecha, la presencia de empresas sueca en el país ha generado más de 14,000 empleos directos considerando solo las subsidiarias.

• Para las empresas suecas, los principales desafíos para hacer negocios en el Perú son la informalidad en el sector empresarial, la corrupción, la burocracia, los conflictos sociales y ambientales, y el déficit en infraestructura.