Bogotá (Reuters).- La petrolera canadiense Pacific E&P informó hoy que obtuvo una nueva prórroga de un grupo de sus tenedores hasta el 31 de marzo para pagar los intereses de sus bonos, y admitió que entró en incumplimiento de algunas de sus obligaciones.
Pacific Exploration & Production (E&P) señaló que la prórroga se logró con “un grupo importante de tenedores de bonos” con vencimiento en el 2019 y el 2025.
La totalidad de bonos de la compañía, el mayor productor privado de Colombia, asciende a 4,100 millones de dólares en valor nominal.
Adicionalmente, la petrolera precisó que está en proceso de celebrar acuerdos de prórroga con un sindicato de prestamistas que incluye al Bank of America, el HSBC Bank USA, N.A., y el Banco Latino Americano de Comercio Exterior, S.A., a los que debe alrededor de 1,000 millones de dólares.
“La prórroga permitirá (…) contar con un período adicional para continuar trabajando con el Comité Independiente de la Junta Directiva, los asesores financieros y legales de la compañía, sus prestamistas y los tenedores de bonos para lograr una reorganización consensual e integral del balance general”, dijo en un comunicado el director ejecutivo Ronald Pantin.
El incumplimiento de Pacific E&P se produce después de que en enero se había acogido a un periodo de gracia de 30 días establecido en el contrato de los bonos para pagar intereses por más de 60 millones de dólares, que termina el viernes.
“El no haber realizado los pagos de intereses de enero, a partir del 19 de febrero de 2016, será un evento de incumplimiento de conformidad con los prospectos de emisión”, admitió Pacific E&P.
El 11 de febrero, EIG Global Energy Partners, subsidiaria de Harbour Energy Ltd, redujo el precio de su oferta para comprar los bonos de Pacific, tras señalar que ha crecido el deterioro de la compañía. Los tenedores aún no han respondido a EIG.
Pacific resaltó que sus operaciones “continúan realizándose normalmente en Colombia y las demás jurisdicciones en las cuales opera”.
Las dificultades financieras de Pacific han encendido las alarmas en el mercado y en las autoridades en Colombia, que han reforzado su vigilancia sobre la empresa.