Nuevos aires para la estatal Petroperú. El presidente electo Pedro Pablo Kuczynski (PPK) anunció la reestructuración de la petrolera controlada por el Estado, tras el escandaloso derrame de crudo – el tercero del año – de casi 600 barriles de crudo en el kilómetro 213 del tramo I del Oleducto Nor Peruano, ubicado en el distrito de Barranca, provincia del Datem del Marañón, en la región Loreto.

Los otros derrames se produjeron hace menos de seis meses, en las zonas de Chiriaco (Amazonas) y Morona (Loreto). Una situación que traído como consecuencia inmediata la renuncia del presidente del directorio de la empresa nacional, German Velásquez, aunque aún permanecen sus miembros, pese a la ineficiencia operativa mostrada en lo que va del año.

“No vamos a privatizarla, vamos a modernizarla”, precisó PPK a la prensa.

Para el ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos del Solar, lo mejor sería contratar a una empresa internacional que se encargue de su reestructuración total dado que la que estaba en marcha, cabe recordar que había un proceso de modernización anunciada por la ministra de Energía y Minas en septiembre de 2015 la que iba a durar 270 días, no ha tenido los resultados esperados.

Una prueba de ello, alegó el ex presidente del gremio, son los continuos derrames de petrolero en la selva peruana.

“Lo que tenemos ahora es un desastre. No es solo el tema del Oleducto Nor Peruano sino el daño ambiental, social y económico que ocasiona ello, dado que no se puede traer petróleo de la selva. Hay una seria de razones técnicas, por lo que no se sabe cuándo volverá a funcionar el Oleducto Nor Peruano paralizado desde febrero”, apuntó a Gestión.pe.

Del Solar especificó que “si bien es difícil liquidarla, se debe apuntar a una reestructuración seria la que va tomar tiempo y costar dinero. Lo mejor sería que se contrate a una empresa internacional, que existen en el mercado, especializadas en hacer reestructuraciones dado que hay muchos temas sociales y políticos a tomar en cuenta”.

Una posición distinta – en parte – es la del presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), Ronald Egúsquiza.

La decisión tomada por el presidente electo, es su opinión, es un buen inicio para dejar de lado todos los problemas generados por la estatal en los últimos años, agravados con el derrame de crudo, a la que se suma la escasa promoción de inversiones en el sector y el alto número de contratos con fuerza mayor (se interpreta como contratos paralizados).

“La SPH considera que la modernización de Petroperú tiene que ser parte de toda la reestructuración de la exploración, producción, transporte de hidrocarburos y también en la distribución del gas natural para que toda la cadena pueda consolidarse. A la fecha, contamos con 63 contratos de los cuales 29 están con fuerza mayor, lo que implica US$ 2,000 millones de inversión paralizadas”, detalló.

Ante lo cual consideró que se debe definir el rol que deberá asumir la estatal en toda la cadena de hidrocarburos, por lo que es necesario – apuntó – formar cuadros profesionales y a la par participe como socio minoritario en las inversiones del sector.

“Petroperú fácilmente podría iniciar una etapa de socio minoritario en determinadas empresas que deseen llevarlo como socio, de manera tal que las empresa privadas sean las operadoras (de lotes petroleros) y las que ponen la inversión de riesgo y una vez que se encuentre en la etapa de producción ya se podría compartir los costos, lo que le permitiría formar cuadros y paralelamente iniciar la modernización del Oleducto Nor Peruano y culminar con la modernizar de la refinería Talara”, indicó.

Una perspectiva diferente es la del ex presidente de Perupetro, Aurelio Ochoa.

Lo primero que tiene que plantearse en la reestructuración que planea el presidente electo, de acuerdo al especialista, es definir el rol que desempeñará la estatal de aquí en adelante, si se la va a restringir únicamente a la refinación – uno de los eslabones de la industria del hidrocarburo que consiste en un proceso químico para producir derivados comercializables del petróleo – o si va apuntar a otros negocios como la explotación (conocido como upstream).

“Por el momento (Petroperú), no puede ingresar a una operación de riesgo como es la exploración petrolera pero si a la explotación, que es mucho más rentable y sobre todo en el lote 64, 192 y otros del noroeste del país. Ello no implica que deje de lado la refinación”, subrayó a Gestión.pe.

Petroperú debe transparentar su accionar

Una de las principales críticas que ha recibido Petroperú, en todos estos años a manos del Estado, es el uso político que se le ha dado a sus fondos. En algunos gobiernos inclusive fue usada como ‘caja chica’ para eventos partidarios y otros fines distintos a la industria extractiva, dejando de lado – por ejemplo – el mantenimiento y modernización del Oleducto Nor Peruano.

Ante ese panorama, el presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), Ronald Egúsquiza, afirmó que si se quiere transparentar el accionar de estatal, debería empezar a cotizarse en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), situación que la obligaría a que esté en el escrutinio público su información y las actividades que realiza, y de esta manera evitar un mal uso de sus recursos.

Otra forma para impedir el mal uso de sus recursos – agregó – sería a través de una subsidiaria que se dedique a la exploración, producción y transporte de hidrocarburos, de manera tal que está fuera supervisada y controlada para separar así la comercialización y la refinación que en estos momentos lo tiene Petroperú y darle un espacio propio a la producción, exploración y transporte de hidrocarburos.

Una alternativa distinta plantea el ex presidente de Perupetro, Aurelio Ochoa. El especialista consideró que la administración de PPK debería promover la conformación de un directorio integrado por profesionales de la industria del petróleo, que garanticen la administración eficiente de los recursos que genere la petrolera.

“Petroperú no puede seguir siendo usada como la alcancía del régimen de turno, eso creo que se tiene bastante claro”, opinó. En esa senda comentó que tampoco sería buena idea que retorne al ámbito del Fonafe, pero si deba mantenerse sobre la estatal los controles de la Contraloría General de la República.

“El Fonafe es algo parecido del SNIP, en lugar de alentarla lo que haría es frenarla, por ejemplo, Perupetro tiene limitaciones en su accionar. Lógicamente, Petroperú tiene que tener los controles del caso para eso está la Contraloría”, subrayó.

Por su parte, el ex presidente de la SNMPE, Carlos del Solar, dijo que una muestra de la poca eficacia de la empresa estatal y en medida del gobierno, es la inversión que demanda la refinería Talara. “No es una modernización, lo que están haciendo es una nueva refinería que demandará una inversión cercana a los US$ 4,000 millones”, indicó.

Por lo que consideró que se requiere priorizar las inversiones. Ronald Egúsquiza de la SPH, precisó que el proyecto tiene que culminarse ya que es importante contar con una refinería que permita la refinación del crudo pesado. En cambio, Aurelio Ochoa, opinó que debe continuarse con la modernización pero haciendo los ajustes del caso.

“Si eso ocurre, podría destinarse fondos para derivar hacia otras actividades más rentables que la refinación, lo que aconsejamos es reestructurar todo el proyecto de modernización, para derivar parte de los recursos destinados a Talara hacia otras actividades más rentables de la empresas”, remarcó.