Los sectores minero y petrolero canadienses han incrementado sus inversiones en América Latina en los últimos años, pero también se enfrentan a graves acusaciones de violaciones de derechos humanos y conflictos legales con gobiernos por sus prácticas laborales, sociales y medioambientales, según un informe del portal chileno Estrategia.
En el caso del Perú, el reporte pone como ejemplo a la petrolera Talisman, que se retiró en setiembre del 2012 de sus operaciones en los lotes 64 y 103, ubicados en la cuenca del Marañon, en la selva norte del país.
El cese de sus actividades fueron producto de “años de protestas y enfrentamientos con los indígenas achuar, que se oponen a la explotación de pozos de petróleo en su territorio tradicional”, detalló el informe.
En Chile, por ejemplo, las autoridades judiciales han paralizado las obras de construcción de Pascua-Lama, un megaproyecto de Barrick Gold, el mayor productor mundial de oro, que está entre Argentina y Chile, por problemas medioambientales.
En Bolivia, la también canadiense South American Silver Corporation inició este jueves un arbitraje internacional contra el Gobierno por la anulación de su concesión en una mina de plata e indio en Potosí.
Asimismo, por primera vez en la historia judicial de Canadá, un tribunal de Toronto inició en marzo un proceso para determinar si se juzga a la minera Hudbay en ese país por violaciones de derechos humanos en Guatemala.
EL DATO
En reemplazo de Talismán, el Ministerio de Energía y Minas transfirió el contrato de concesión a Petroperú, que ahora tiene facultades para explorar y producir hidrocarburos.