De los 144 territorios del mundo, un 50% tiene una calificación inferior a “BBB”, por lo que son considerados como países con “bono basura”, según informó el diario El Mercurio.
En este caso, el Perú posee una calificación de BBB+ de la agencia calificadora Standard & Poor’s, por lo que sus bonos son considerados “bonos de inversión”.
Esa categoría también la tienen países como Colombia (BBB), Chile (A+), Uruguay (BBB), mientras que en el lado de bonos basura están Brasil, Argentina, Paraguay, Ecuador, Venezuela y Bolivia.
De todos los países con “bono basura”, cuatro tienen un nivel de deuda catalogado como de riesgo extremo o de impago, que es la peor categoría y son Argentina, Venezuela, Cuba y Grecia.
El que tres de los países con peor calificación del mundo estén en Latinoamérica, habla del estado de los bonos de una región en la que solamente algunos países escapan a la calificación de “bono basura”.
Justamente, Chile, Uruguay, Colombia, Perú y México.
Recientemente el Parlamento catalán aprobó la declaración para iniciar su proceso de independencia de España y la agencia de calificación Fitch anunció la rebaja de la nota de la deuda catalana de “BBB-” a “BB”, lo que sitúa el bono catalán en niveles de no inversión o “bono basura”.
No es la primera agencia que decide revisar su calificación sobre Cataluña como consecuencia del proceso ni la primera en valorar los bonos catalanes como bonos basura: ya lo hizo Standard & Poor’s en octubre.
Lo cierto es que si se llegase a concretar la escisión de los catalanes, su país estaría lejos de ser el único cuyos papeles a largo plazo tienen la categoría de “bono basura”.