Las aerolíneas se encuentran con el viento en contra. La semana comenzó con el sobresalto del accidente del avión de Germanwings que se estrelló en Francia. Las mayores caídas se concentraron en Lufthansa, propietaria de la aerolínea de bajo coste, y se moderaron en el resto del sector.
Las presiones bajistas se han multiplicado ahora con las referencias procedentes del mercado del petróleo. El inicio de la ofensiva militar en Yemen, liderada por Arabia Saudí, ha disparado hasta un 4% la cotización del crudo. En su escalada el barril de Brent ha llegado a rozar los 60 dólares.
El temor a que las tensiones geopolíticas en Oriente Medio propicien nuevos repuntes en el precio del petróleo, y por extensión en el carburante utilizado por las aerolíneas, ha acelerado las caídas de las principales empresas del sector en las bolsas europeas.
Las acciones de Lufthansa, arrastradas aún por el accidente del avión de su filial de bajo costo, han encadenado su cuarta jornada consecutiva de descensos. En la sesión de hoy, las pérdidas han alcanzado el 2.88% en la Bolsa de Frankfurt.
Las caídas se han generalizado en el resto de las aerolíneas europeas. Entre los valores más penalizados figuran los de la británica EasyJet. Los números rojos han estado presentes también en las cotizaciones de Ryanair, Air France, Air Berlin y Norwegian Air Shuttle.
Las acciones de IAG, propietaria de British Airways y de Iberia, destacan también entre las más bajistas del sector. Las pérdidas han rozado por momentos el 5% en el Ibex, aunque finalmente han cerrado con una bajada del 3.22%.