(Bloomberg) Los conflictos geopolíticos de Rusia, los precios anémicos del petróleo y un rublo debilitado funcionan bastante bien para la compañía agrícola que cotiza en bolsa más grande del país.
Ros Agro tiene ambiciosos planes de construir granjas productoras de cerdos e invernaderos en el centro y el este de Rusia, así como de realizar adquisiciones, con la venta de acciones que cotizan en el Reino Unido. Su objetivo para la primera oferta rusa de nuevas acciones en Londres desde octubre es ejemplo de un renacimiento más general de las granjas del país en tanto los multimillonarios, de Vladimir Evtushenkov a Gennady Timchenko, amigo del presidente Vladimir Putin, invierten en tomates y manzanos. También muestra las curiosas consecuencias del peor conflicto de Rusia con los Estados Unidos desde la Guerra Fría.
Ros Agro, propiedad de Vadim Moshkovich, otro multimillonario, captará US$250 millones para financiar inversiones y contribuir a llenar el vacío que dejó la caída de las importaciones de alimentos después de sanciones comerciales de mutua represalia entre Rusia y los países occidentales y un rublo débil que eleva los precios de los envíos del exterior.
“La compañía va a invertir de manera agresiva y a crecer”, dijo Svyatoslav Arsenov, que colabora en la gestión de unos US$ 300 millones que incluyen acciones de Ros Agro en UralSib Asset Management en Moscú. “La devaluación del rublo ha hecho que el sector sea muy atractivo desde el punto de vista de la generación de dinero”.
Rusia, el noveno importador de alimentos del mundo en 2013, había reducido sus compras en el exterior casi un 40% a US$ 26,500 millones para 2015, de acuerdo con los datos del gobierno. Putin exhortó a que se aumentara la seguridad alimentaria y señaló el año pasado que las grandes extensiones de tierras cultivables de Rusia “nos hacen el país más rico” en agricultura.
Si bien Rusia se autoabastece en algunas carnes, no produce suficientes lácteos, frutas y verduras, dijo el primer ministro Dmitry Medvedev en febrero, prometiendo apoyo estatal. Las importaciones rusas de verduras el año pasado llegaron a un valor de US$1.700 millones y algunos tomates provenían de lugares tan distantes como Senegal en el oeste de África, muestran los datos del gobierno. La producción agrícola aumentó 3% el año pasado aun cuando la economía se contrajo 3.7%.
Ros Agro y sus accionistas se han visto beneficiados.
Los certificados globales de depósitos en custodia de la compañía aumentaron a más del doble desde que Rusia prohibió las importaciones de algunos alimentos en agosto de 2014, llegando a US$16,15 cada uno el viernes en Londres. Moshkovich, dueño de las tres cuartas partes de las acciones actuales, planea invertir US$100 millones en la emisión de nuevos títulos.
Referencia sustituta
“Preferimos a Ros Agro como forma de invertir en el tema de la sustitución de importaciones”, expresaron el viernes en una nota analistas de Bank of America Merrill Lynch entre los que se contaba el economista Vladimir Osakovskiy.
La oferta de Ros Agro sería la primera que realiza en Londres una compañía rusa desde que Lenta Ltd., minorista financiado por la firma de adquisiciones estadounidense TPG Capital, captó dinero en octubre. Otras empresas como Eurasia Drilling Co., la compañía de perforación petrolera más grande de Rusia, y el productor de potasa Uralkali PJSC han retirado sus acciones de bolsa en tanto decayó el interés de los inversores en la energía y los mercados emergentes.
Ros Agro probablemente venda los certificados globales de depósitos en custodia que representan las nuevas acciones a entre US$16 y US$17, según Vladimir Vedeneev, director de inversiones de Raiffeisen Asset Management en Moscú. Si bien a algunos posibles inversores les preocupa que el precio haya aumentado demasiado, otros prevén que habrá suficiente demanda.
“Habrá interés de los inversores”, dijo Joseph Dayan, responsable de mercados de BCS Financial Group en Londres. “Ros Agro todavía se cotiza a niveles cómodos”.