Continúan aumentando las acciones
La semana pasada, aumentaron nuevamente las acciones y los bonos de alto rendimiento, lo que eliminó gran parte de sus pérdidas del 2016. El índice Dow Jones Industrial Average registró un alza del 2.20% y cerró la semana en 17,006, el índice S&P 500 creció un 2.62% y cerró en 1.999 y el índice Nasdaq Composite avanzó un 2.76% y cerró en 4.717.
Asimismo, el rendimiento de las letras a 10 años de referencia del Tesoro de los EE.UU. aumentó del 1.76% al 1.88% , con el consiguiente descenso del precio. La semana pasada, el impulso para las acciones representó una mayor evidencia de la estabilización en la economía estadounidense. De cara al futuro, si bien la recuperación económica sigue siendo irregular, es posible que cualquier señal de afianzamiento del crecimiento brinde apoyo al reciente auge de dos clases específicas de activos que son un tanto diferentes: los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (Treasury Inflation Protected Securities, TIPS) y las acciones de valor.
Regresan las preocupaciones sobre la deflación en Europa
Inicialmente, las acciones se vieron impulsadas por un informe aceptable del sector industrial. A pesar de que el sector industrial estadounidense permanece en una zona de contracción, la situación parece estar estabilizándose con el estancamiento de la apreciación del dólar.
Además, el informe laboral de febrero contribuyó al tono más optimista de la semana pasada. El crecimiento de los salarios registró una caída, pero se mantiene sólida la creación de empleos en los EE. UU. y sobrepasó ampliamente las estimaciones. La mejora en los datos económicos ha tenido el efecto predecible de elevar las tasas. La rentabilidad de los bonos alcanzó su nivel más alto en un mes gracias al afianzamiento de las expectativas de inflación.
La situación continúa siendo un tanto diferente en Europa, donde la deflación sigue constituyendo una amenaza mayor. De hecho, las cifras de inflación principal resultaron negativas una vez más. Aunque la caída interanual en el precio del petróleo contribuyó a la disminución, la baja de la inflación no se debió simplemente a un bajo precio de la energía, puesto que la inflación básica cayó del 1% al 0.7%.
En Europa, la caída de la inflación se produce en un escenario de datos económicos atenuados en general. En enero, las ventas minoristas resistieron pero, en general, los datos económicos de la eurozona están resultando desalentadores al ritmo más rápido desde mediados del 2013.
La presión deflacionaria y el crecimiento débil contribuirán a aumentar la presión en una reunión clave del Banco Central Europeo (BCE) esta semana. El BCE deberá entregar un paquete creíble para frenar las fuerzas deflacionarias, teniendo en cuenta a la vez la reciente aversión del mercado a las tasas de depósito negativas. La presión por generar un estímulo monetario adicional en Europa, así como en Japón y China, es contraria a los posibles planes de la Reserva Federal. Ahora que disminuyen los temores de recesión y las expectativas de inflación comienzan a aumentar, desde niveles sumamente bajos por cierto, los inversionistas están recalibrando sus expectativas con respecto a la Reserva Federal.
A pesar de que las expectativas de un aumento en el 2016 habían casi desaparecido en las últimas semanas, los mercados de futuros ahora suponen que la Reserva Federal registrará un alza en diciembre , o antes. Es probable que esta divergencia entre la Reserva Federal y el resto del mundo brinde cierto apoyo al dólar estadounidense, que ha estado limitado dentro de un rango de compraventa en los últimos meses.
Los TIPS y las acciones de valor merecen atención
Para los inversionistas, una menor incertidumbre económica presenta varias implicaciones. Primero, tal como hemos notado en comentarios anteriores, la caída estrepitosa de las expectativas de inflación en los EE. UU. pareció exagerada pues no hay recesión. De hecho, hemos observado un reciente afianzamiento de las expectativas de inflación (los puntos de equilibrio de los TIPS a 10 años han registrado un alza de más de 30 puntos básicos [0,30%] en menos de cuatro semanas), lo que respalda nuestro punto de vista optimista sobre los activos protegidos contra la inflación.
Con respecto a las acciones, si continúan estabilizándose las condiciones económicas, es posible que las acciones de valor estén entre las más favorecidas. Por lo general, el valor presenta un rendimiento superior durante periodos donde están mejorando las condiciones económicas.
El estilo, actualmente tendiente en gran medida hacia la energía y el sector financiero, también parece poco costoso. A finales de febrero, las acciones de crecimiento (de acuerdo con las mediciones del índice de crecimiento S&P 500) cotizaron a más de tres veces la relación precio a valor contable de las acciones de valor (de acuerdo con las mediciones del índice de valor S&P 500). Según estas cifras, el margen entre el valor de alta capitalización y el crecimiento de alta capitalización de los EE. UU. es mayor que en cualquier otro momento desde el estallido de la burbuja tecnológica en el 2000.
En resumen, en un entorno caracterizado por un crecimiento más estable, es probable que el valor presente un mejor rendimiento, tal como ya lo hemos observado en las últimas semanas.
Por Russ Koesterich
Estratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock