(Bloomberg) Decenas de ciudades en Estados Unidos están dispuestas a comprar US$ 10,000 millones en automóviles y camiones eléctricos para mostrar a los fabricantes escépticos que hay demanda de vehículos de baja emisión, conforme el presidente Donald Trump busca revisar los estándares de contaminación a los que la industria se opone.
Treinta ciudades, entre ellas Nueva York y Chicago, solicitaron conjuntamente a los fabricantes de automóviles el costo y factibilidad de proveer 114,000 vehículos eléctricos, incluyendo patrullas de policía, barrenderos y camiones de basura, dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, quien está coordinando el esfuerzo. Eso sería comparable a cerca del 72% del total de ventas de modelos eléctricos en EE.UU. el año pasado.
Mientras que los líderes urbanos quieren más vehículos de baja emisión para aliviar el papel que el tráfico de ciudad juega en alterar el clima, los fabricantes dicen que no hay suficientes compradores. También han abogado por la relajación de las normas sobre los vehículos de combustibles tradicionales.
La administración Trump, que busca reducir las regulaciones que considera demasiado costosas u onerosas, está lista para anunciar el miércoles que reconsiderará los estándares más estrictos instaurados una semana antes de que el presidente Barack Obama dejara el cargo.
“No importa lo que haga el presidente Trump o lo que ocurra en Washington, las ciudades seguirán liderando el camino para abordar el cambio climático”, dijo Matt Petersen, jefe de sostenibilidad de Los Ángeles, en un correo electrónico.
La iniciativa todavía está en las primeras etapas, y las ciudades no han pedido realmente ninguno de los 114,000 vehículos. Más bien, han tomado lo que normalmente es el primer paso en un proceso de licitación formal al invitar a las automotrices a esbozar planes para suministrarlos. Además, algunas ciudades están preguntando por vehículos que aún no existen, como los camiones de bomberos y camiones pesados eléctricos.
La iniciativa podría mover el mercado, sin embargo, dijo Colin McKerracher, analista de Bloomberg New Energy Finance. Pedidos de muchos vehículos eléctricos serían un motor significativo para el mercado en Estados Unidos, que en el 2016 registraba 160,000 unidades.
Mientras que la iniciativa sería extendida probablemente a lo largo de varios años, proporcionaría a los fabricantes de vehículos eléctricos una demanda confiable mientras que las políticas federales cambian y los precios del gas fluctúan.
“No subestimaría esto”, dijo McKerracher. “Lo que los fabricantes de automóviles realmente quieren para invertir en electrificación, ya sea para vehículos de pasajeros o vehículos de uso comercial, es certeza”.
Trump planea anunciar sus intenciones de revaluar las normas de eficiencia de los vehículos el miércoles durante una reunión con ejecutivos de la industria automovilística cerca de Detroit. Fabricantes incluyendo General Motors Co., Ford Motor Co. y Fiat Chrysler Automobiles NV han hecho presión para dicha medida, diciendo que las normas elevan los costos y no reflejan las preferencias de conducción de los automovilistas.
Los alcaldes, en su mayoría demócratas, quieren demostrar que la demanda de vehículos de baja emisión es fuerte. “Si lo producen, lo compraremos”, dijo en una entrevista Chris Bast, asesor de clima y transporte de Seattle.
