(Reuters).- La mano dura contra la minería ilegal de oro en Perú ha creado nuevas rutas de contrabando por su porosa frontera con Bolivia, con algunas bandas usando “mulas humanas”, carros blindados y avionetas para evadir su captura.
El oro es transportado a través de la selva, bosques y el lago Titicaca que comparten Perú y Bolivia, y es vendido a comercializadores del metal precioso para exportarlo desde la capital boliviana, La Paz, dijeron autoridades peruanas.
Bolivia, un productor de oro relativamente pequeño que no ha desarrollado nuevas grandes minas en el 2014, exportó oficialmente 24 toneladas de oro entre enero y agosto, según datos de la agencia de estadísticas de Bolivia.
Eso es seis veces más el volumen de oro producido en los primeros siete meses del año y más de tres veces del volumen total exportado en todo el 2013, lo que ilustra cómo el oro peruano está siendo desviado.
Casi todo el oro exportado de Bolivia fue enviado a Estados Unidos, según datos del Gobierno.
El Gobierno del presidente peruano, Ollanta Humala, lanzó a fines del año pasado medidas drásticas para controlar la bonanza de la minería ilegal de oro de la última década, cuya actividad ha destruído miles de hectáreas de bosques amazónicos y ha contaminado sus ríos con mercurio.
Pero la proliferación de las rutas de contrabando en Bolivia muestran cuán difícil es erradicar la minería ilegal si no hay una mejor coordinación entre ambos países.
“Ellos se mueven mucho más rápido que nosotros”, dijo el intendente de control aduanero peruano Gustavo Romero, quien está investigando el comercio ilegal de oro.
“Cerramos una puerta y ellos ya han abierto otra”, agregó.
Funcionarios de la aduana y autoridades del sector minero de Bolivia declinaron hacer comentarios.
Mineros de oro legal en Perú reportaron 178 toneladas de oro para exportación el año pasado al Gobierno. La aduana peruana sin embargo, registró exportaciones por 290 toneladas.
Una fuente del ministerio dijo que la diferencia de 112 toneladas, con un valor de unos US$ 3,000 millones, fue mayormente atribuída a la extracción de oro por mineros ilegales que se filtraba a la cadena de exportaciones de Perú.
“Lo que no podíamos permitir era que bajo nuestras narices, por nuestra principal puerta, salía todo ese flujo de oro ilegal”, dijo Romero.
“Pero con Bolivia tenemos 1,000 kilómetros de frontera, y todos esos kilómetros son totalmente transitables”, agregó.
Al ser consultado acerca de si el oro peruano está siendo contrabandeado a Bolivia para su exportación a Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Interna estadounidense dijo que Washington y Lima estaban discutiendo compartir datos comerciales para investigar lavado de activos.
Mulas y carros blindados
Un traficante de oro que contrabandea el mineral por Bolivia afirmó que si bien los mineros ilegales han sido golpeados en la región amazónica de Madre de Dios, en el sureste de Perú, la producción mensual de minas ilegales peruanas sólo se habría reducido a entre 4 y 5 toneladas desde las 8 toneladas antes de las medidas.
“Nos hemos llevado el oro por motocicleta, por mula, por carros blindados y nunca por el mismo camino”, dijo el traficante. Una vez que el oro cruza a Bolivia, es dejado en casas seguras antes de ser enviado a los compradores.
El contrabando de oro a Bolivia implica un cambio de lo que sucedía antes, cuando el mineral boliviano se transportaba a Perú para evitar impuestos, dijo Hector Córdova, un ex ministro de minería del presidente boliviano Evo Morales.
Las interdicciones en la minería ilegal son el esfuerzo más reciente de Perú para intentar controlar una fiebre del oro en la selva amazónica, a donde migran trabajadores, a menudo de empobrecidas zonas andinas, que se sumergen en los ríos en busca de pepitas de oro.
Perú ha introducido nuevos requisitos para empresas exportadoras del mineral y ha restringido el combustible y mercurio usado en zonas de minería ilegal. Además, ha enviado tropas para destruir maquinarias en minas no autorizadas.
En junio, el entonces responsable contra la minería ilegal, Daniel Urresti, declaró que la mayoría de la minería en Madre de Dios se había erradicado. Poco tiempo después, el general del Ejército retirado fue promovido como ministro del Interior.
Sin embargo, Urresti dijo recientemente que tenía conocimiento de la proliferación de bandas de traficantes en Puno, en la frontera con Bolivia. El ministro afirmó que grandes números de personas cruzaban la frontera cargando pequeñas cantidades de oro, en un contrabando “tipo hormiga”.