La brecha entre las tasas de interés activas y pasivas en el sistema financiero es abismal. Mientras que un depósito a plazos puede ganar entre 3 o 4% al año, una persona debe pagar, por lo menos, un 50% anual de intereses por un préstamo recibido. Según el superintendente de la SBS, Daniel Schydlowsky, se están tomando medidas con el objetivo de cerrar esta brecha.

“¿Qué se puede hacer? Transparencia. Hay nuevos reglamentos para que el público sepa cuánto cuestan las cosas. Segundo, estamos fortaleciendo la competencia, hay nuevos ingresantes al mercado que están participando. Tercero, hay migración de ciudadanos de tasas altas a tasas bajas y hay más competencia en algunos segmentos de mercado, que también baja las tasas”, sostuvo.

Además de esto, el funcionario destacó que hay una novedad entre manos. “La superintendencia ha difundido un nuevo mecanismo de evaluación de deudores, que es la medición psicométrica, que pensamos que tiene un efecto importante en medir mejor el riesgo”, dijo tras la presentación de un estudio sobre el impacto del SPP sobre el desarrollo, elaborado por Sura.

Esta práctica permitiría que las tasas de interés que se cobran estén más acorde con el verdadero perfil de riesgo de cada persona. Junto con las otras medidas -observó-, esta brecha entre tasas se irá acortando.

Cabe destacar que una medición psicométrica implica una evaluación a nivel de perfil psicológico de la persona, es decir, pretende cuantificar diferentes aspectos como conocimiento, habilidades o capacidades y personalidad. Esta rama admite validaciones de confiabilidad y validez, de modo que pueden formalizarse matemáticamente.

La implementación de esta forma de medir el riesgo depende de los privados, según informó Schydlowsky. “Hace dos semanas hemos tenido un seminario muy importante sobre métodos psicométricos y ha estado todo el sistema financiero presente. Ahora estamos viendo quién va a implementar, cómo y cuándo”, indicó.

En ese sentido, observó que el rol de la SBS es meramente de difusor de esta metodología y sus bondades, pero ya queda en campo de cada agente el darle uso a la herramienta.