Bruselas.- Bélgica será famosa por su chocolate y cerveza, pero las medidas de seguridad impuestas en la capital belga por un máximo nivel de alerta dejan un sabor amargo a muchos visitantes y comercios, informó AP. Aunque pocos dudan de la necesidad del gobierno de proteger al público de un atentado como el ocurrido en París —que los funcionarios han advertido que es una amenaza "seria e inminente" en Bruselas— algunos propietarios consideran que los intentos de blindar la ciudad son demasiado drásticos. Los centros comerciales están casi desérticos desde que se impuso la alerta el sábado y los límites se vuelven más problemáticos cada día conforme se acerca la temporada navideña. Los centros turísticos más allá de Bruselas también sienten el golpe y un crucero en Zeebrugge, cerca de Brujas, incluso decidió brincarse un paseo. (Foto: Reuters)