Inversiones MINERAS. El último viernes no fue un día tranquilo, la mañana se inició con una sorpresa . El director de Relaciones Institucionales de Southern Perú anunció que el proyecto Tía María no iba más, y un gran susto se apoderó de todos. Horas más tarde, la ministra de Energía y Minas afirmó que el proyecto Tía María no se iría de Arequipa, información que fue ratificada poco después por el propio presidente de Southern Perú, Óscar González Rocha.
Si bien el Gobierno puede sentirse aliviado, porque “todo no pasó de un susto”, la verdad es que la situación de los proyectos mineros en el país es muy inestable. De las 20 nuevas iniciativas anunciadas en el año 2011, solo tres están operando: Toromocho, Constancia y La Arena. En buena parte porque los principales trámites y licencias se dieron con anticipación, aunque Conga, que también los tuvo, no corrió la misma suerte.
El presidente Humala ha reiterado la importancia de la minería, pero debemos recordar que las palabras no bastan. El Poder Ejecutivo ha dado poca batalla por los proyectos mineros, y más de una vez el mandatario indicó que se trataba de temas de privados. Es más, durante el Perumin del año 2013, el mandatario se comprometió a implementar las medidas necesarias para viabilizar los proyectos; lamentablemente sus palabras se vieron reflejadas con poca acción en la realidad.
Sobre el tema ambiental tampoco ha existido una política clara. Todos estamos de acuerdo en que la minería debe ser responsable con el medio ambiente, sin embargo, las exigencias deben ser acordes con la realidad y no terminar espantando a la inversión privada formal, en beneficio de la minería informal, un mal que no se ha podido erradicar.
Los gobiernos regionales también han brillado por su ausencia en el trabajo que debían hacer para ayudar a desbloquear los proyectos. Por el contrario, varios de ellos han sido férreos enemigos de la inversión desinformando a la población y alimentando miedos.
El último informe del Ministerio de Energía y Minas dice que existen 51 proyectos en cartera (varios de ellos están desde el 2011) que significan US$ 63,928 millones. La pregunta es: ¿cuánto más tendremos que esperar para que se hagan realidad?