ADVERTENCIA. Si antes era Chile, ahora es Colombia. El nuevo “benchmark” para nuestro país continúa ganando adeptos entre los inversionistas y analistas extranjeros, recibiendo las enhorabuenas que antaño tenían como destino el Perú.
En esta ocasión, le tocó el turno a Bank of America, que ha recomendado comprar bonos colombianos de largo plazo en lugar de los peruanos, porque los fundamentos económicos del vecino del norte están mejorando respecto de los nuestros.
En el mercado peruano de deuda son pocas las empresas que se animan a emitir, pero es un importante canal de financiamiento del Gobierno, de modo que una recomendación poco amistosa podría generarle problemas para captar el interés del capital foráneo.
Las cifras son bastante elocuentes: según el BCR, el saldo de bonos del sector privado en agosto fue de US$ 17,972, apenas US$ 500 millones superior al de fines del 2012, mientras que para el sector público fue de US$ 48,037 millones (bonos del Tesoro más bonos de Cofide), 35% más que hace dos años. Cerca de la mitad de ese monto está en manos de no residentes.
Habrá que esperar la próxima colocación de deuda soberana para constatar si hemos dejado de ser los más aplicados de la clase –entre los alumnos que aprenden de Chile, claro está–.
Y no contento con aplaudir a Colombia, Bank of America se reservó elogios para el vecino del sur, de quien sostiene que está mejor preparado que el Perú para afrontar el 2015.
Sucede que ambos países han sufrido los mismos efectos de la caída en los precios de los commodities, pero Chile logró reducir sus importaciones y apuntalar sus exportaciones porque su moneda se devaluó más. Por suerte, el BCR se ha preparado para una eventualidad como la disminución en la entrada de capital extranjero.
Más allá de haber perdido un puesto en el podio, lo que sí debe preocupar son las perspectivas del país para el 2015. No podemos dejar pasar más tiempo para afinar la política económica. Ya basta de esperar milagros.