NEGLIGENCIA. Cuando Carlos Ramos Heredia fue nombrado Fiscal de la Nación, nosotros nos opusimos rotundamente. No solo porque una persona con serios cuestionamientos irresueltos no tiene la autoridad moral para presidir, precisamente, la institución encargada de denunciar violaciones a la legalidad, sino porque su designación constituía, inevitablemente, que él lleve a cabo una investigación en la cual él mismo es uno de los implicados, precisamente lo que está ocurriendo en estos momentos.
El Fiscal de la Nación tiene cinco investigaciones abiertas en el Consejo Nacional de la Magistratura y también pasará a ser investigado –junto con su amigo José Peláez- por el Congreso. Varias de estas investigaciones están relacionadas a la presunta protección que le brindó desde la Fiscalía Suprema de Control Interno al, hoy preso, expresidente regional de Áncash, César Álvarez (ya sea sancionando a los fiscales que allanaron el local de ‘la Centralita’ o no sancionando a sus cómplices).
Pero, lo curioso es que, mientras Ramos Heredia es investigado por estos casos (que cuentan con una serie de evidencias contundentes) y otros, obviamente es la Fiscalía la que está a cargo de destapar la red de corrupción dentro del Ministerio Público que otorgó protección a Cesar Álvarez y , en un caso no del todo aislado, a Rodolfo Orellana.
Y en lo que va de las pesquisas, ya existen varios indicios de que la Fiscalía ha entorpecido las investigaciones en vez de facilitarlas. Solo para citar un ejemplo, misteriosamente el colaborador eficaz 001 terminó por alejarse del caso, supuestamente por el amedrentamiento del personal de la Fiscalía que debía protegerlo.
Es inverosímil que alguien acusado de formar parte de una red de corrupción (con suficientes indicios en su contra) sea la persona encargada de destaparla. Lo justo para el país es que, por lo menos, el Fiscal de la Nación sea suspendido mientras duren sus investigaciones. De otra forma, repetimos la misma pregunta que nos hicimos cuando nos opusimos a su designación: ¿cuál es el mensaje que queda para la justicia en el país, particularmente para los valientes fiscales que se enfrentaron a una poderosa red de corrupción?