PULSO PERÚ. Sin duda, los desastres naturales han generado consecuencias no solo físicas sino también políticas. Así como se cayeron viviendas y se desplomaron puentes, la aprobación del alcalde Lima también se derrumbó, pasando de 43% a 28%. Según la encuesta Pulso Perú, el 65% considera que el burgomaestre limeño tuvo un pésimo desempeño durante la emergencia, quizás el punto de inflexión haya sido la caída del puente Solidaridad, pues para el 88% de los consultados la razón del desplome fue la mala construcción. Si bien durante varios años Castañeda gozó de una alta popularidad, desde diciembre está venía descendiendo poco a poco hasta que se encontró con los huaicos de Lima.
Otro tema que indudablemente seguirá presente en la opinión pública es la investigación del caso Lava Jato y principalmente los sobornos pagados por la empresa Odebrecht. La encuesta muestra que, aun cuando han pasado cuatro meses desde que la Fiscalía llegó a un acuerdo con la compañía constructora, la mayor parte de la ciudadanía percibe que dicho acuerdo no debió ser confidencial y que debería hacerse público.
Asimismo, para un 86% las investigaciones de este caso están demorando demasiado y para más del 90% se debería abrir investigación al expresidente Alan García y a su ministro Enrique Cornejo, así como solicitar detención preliminar de Eliane Karp por el caso Ecoteva. Las primeras detenciones que se dieron despertaron la expectativa de que pronto se vería caer a los peces gordos, pero lamentablemente los tiempos judiciales son muy diferentes pese a que la población está ávida de ver resultados concretos.
Finalmente, Pulso Perú aborda el proyecto de ley presentado por Fuerza Popular que busca regular la propiedad y la dirección de los medios de comunicación evitando que personas condenadas por corrupción puedan ocupar cargos importantes en un medio de comunicación. Si bien un 69% de encuestados se muestra a favor del proyecto, para un 41% la iniciativa sí atentaría contra la libertad de expresión. Es más, un 54% cree que los fujimoristas no respetan la libertad de expresión. Hace unos días, en esta misma columna adelantábamos que el país está tan cansado de la corrupción que no faltaría quienes crean que es una buena idea, pero lo que hoy se aplica a los corruptos podría aplicarse en infinidad de supuestos. Por ello, reiteramos que dicho proyecto no es una buena idea pues la libertad de expresión no necesita regulación alguna.