FONDOS DE AFP. Tal como lo había adelantado el ministro de Economía, el Ejecutivo, en una decisión impopular, observó el proyecto de ley que busca que al cumplir 65 años los afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP) pudieran retirar el 95.5% de su fondo previsional.
Si bien se hace urgente e indispensable una revisión al SPP, está debe realizarse luego de una evaluación técnica, despojada de apasionamientos y análisis populistas. Además, no se debe perder de vista la necesidad de contar con un sistema previsional, pues se trata de un derecho constitucional.
No faltarán quienes, con aires de libertad, aseguren que las personas pueden disponer del dinero de su fondo pensionario como mejor consideren, pero la experiencia australiana muestra que un alto porcentaje de quienes retiraron su fondo completamente luego se quedaron sin recursos para una pensión. Además, bajo esa lógica, ¿por qué las personas que aportan a la ONP no podrían retirar su dinero al cumplir 65 años, o la libertad no es igual para todos?
Se defiende el proyecto señalando que la gente ahorra como, por ejemplo, con los inmuebles de autoconstrucción, sin embargo se olvidan de que estos activos no son tan líquidos. En realidad, lo que muchos de los defensores del proyecto están buscando, aunque no lo digan directamente, es la desaparición de los sistemas previsionales público y privado.
Esa situación no se da en casi ningún país y perjudicaría a un alto porcentaje de la población que, por atender las urgencias del día a día, no ahorra para los imprevistos del futuro —un claro ejemplo de eso es la facilidad con que utilizan los fondos de CTS, apenas les brindan la oportunidad— y también generaría un costo al Estado que deberá cubrir vía programas tipo Pensión 65, ¿o acaso se plantea abandonar a las personas de la tercera edad que hayan gastado sus fondos?
Que el sistema necesita cambios es innegable, es necesario modificar aspectos como el pago de comisiones, buscar mayor competencia, establecer una pensión mínima, incluir a los trabajadores independientes e informales, entre muchos otros. Los candidatos, que hasta el momento han tenido una actitud errática en el tema, deben demostrar responsabilidad y explicar claramente qué piensan hacer con el sistema pensionario.
