PROINVERSIÓN. El ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, tiene que transformar su despacho. A su rol de manejar la política macroeconómica , tendrá que sumarle la planificación en otras áreas, pues los grandes números por sí solos no nos convertirán en un país moderno. Por ello es crucial poner orden en la programación de la inversión en infraestructura, tanto la de gran envergadura como la que tiene alcance menos amplio, pero cuyo impacto socioeconómico es significativo.
La entidad que tiene esa responsabilidad ya existe. Es la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión), pero como el propio Thorne ha reconocido, se encuentra muy debilitada y es preciso aplicarle una reingeniería total. Desde organizar licitaciones con un solo postor y elaborar contratos que fallaron en captar el interés de postores de peso, hasta descuidar el avance de esquemas como el de obras por impuestos, ProInversión se sumió en un letargo que le ha costado al país miles de millones de dólares –en obras estancadas y proyectos no materializados–.
El Reglamento de Organización y Funciones de la agencia es bastante explícito: le otorga 15 tareas específicas que cubren aspectos como la prestación de asistencia técnica a los gobiernos locales y regionales, el seguimiento de la ejecución de las concesiones para detectar y solucionar cuellos de botella, la supervisión de los compromisos de inversión y la promoción de la incorporación de la inversión privada en servicios públicos.
La responsabilidad de que Proinversión se parezca a lo que dice su reglamento recaerá en Thorne, que preside su Consejo Directivo, formado además por los ministros de Transportes, Vivienda, Agricultura y Energía y Minas. Dependerá de ellos que la agencia deje de ser únicamente una mesa de partes (y un banco de proyectos paralizados).
Su transformación radical también requerirá de la designación de profesionales competentes en los puestos clave, empezando por su Dirección Ejecutiva, y del compromiso del Gobierno para brindarle respaldo político. Asimismo, hará falta dotarla de más recursos y personal especializado y con experiencia. Estamos seguros que todos esos cambios estarán listos antes que termine el presente año.