Desde diciembre, cuando comenzó el “tapering” (e incluso antes), la mayoría de analistas han tratado de entender y predecir sus efectos en nuestro país. Cada vez más, este evento se ha convertido en uno de los temas centrales a considerar para entender el comportamiento de nuestra economía durante este año y los siguientes.
La traducción exacta de la palabra ‘tapering’ al castellano es ‘estrechamiento’ o ‘disminución’, pero ¿qué exactamente es lo que se está reduciendo cuando los economistas usan este término?
Ante la crisis financiera del 2008-09, muchos bancos centrales –particularmente la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos- respondieron con una política monetaria expansiva; eso quiere decir, reduciendo tasas de interés e inyectando dinero a la economía. La manera como la FED comenzó a inyectar dinero a la economía fue a través de paquetes, conocidos como QE por sus siglas en inglés, que consisten en la compra de instrumentos financieros –principalmente bonos del tesoro- con dinero “nuevo”.
Al insertar dinero, particularmente a través de las entidades financieras, los bancos centrales esperan incentivar la economía y el crédito.
Después de tres paquetes y cinco años de estímulo monetario, Ben Bernanke, entonces presidente de la FED, anunció en diciembre del 2013 que comenzará a reducir el ritmo de inserción de dinero a la economía en US$ 10,000 millones –de US$ 85,000 millones al mes a US$ 75,000 millones-. Dicha reducción dio inicio al proceso conocido como ‘tapering’, que terminará una vez las compras se reduzcan a cero.
El efecto que estas decisiones pueden tener en nuestra economía dependerá de otros factores; sin embargo, la menor oferta de dólares presionará su valor al alza y el valor del sol, en términos relativos, a la baja.
Por otro lado, ya que el ‘tapering’ está sujeto al comportamiento de la economía estadounidense, es posible que su procedimiento este alineado con una entrada de capitales al país a aquel país. Algunos de ellos, provenientes de mercados emergentes como el Perú. Por suerte, durante los últimos años, el Perú ha ido acumulando reservas internacionales por hasta un tercio de su PBI, lo que lo deja en una sólida posición para atenuar cualquier tipo de shocks externos.