El 2014 sería crucial para la aprobación de Reforma de Leyes de Inmigración en EEUU

Barack Obama recalca que la ley definitiva de inmigración tiene que incluir un camino a la ciudadanía para los que viven en el país sin autorización.

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Washington (AP).- Con su agenda hecha girones por las confrontaciones y tropiezos del año pasado, el presidente Barack Obama comienza el 2014 aferrado a la esperanza de poder conseguir un éxito legislativo duradero: la reforma de las leyes de inmigración.

Pero eso exigirá un uso diestro y cuidadoso de sus poderes y combinar una campaña pública frente las protestas por la cifra récord de deportaciones de su gobierno con negociaciones tras bambalinas con el Congreso, algo que según legisladores y defensores de los inmigrantes es una importante debilidad de la Casa Blanca.

En semanas recientes tanto Obama como el presidente de la Cámara, John Boehner, republicano por Ohio, han enviado señales que han aumentado las expectativas entre los defensores de la reforma de que este año pudiera finalmente generar el primer cambio integral de las leyes de inmigración en casi tres decenios.

El Senado aprobó el año pasado un proyecto de ley bipartidista de alcance abarcador que toma en cuenta la seguridad en la frontera con México, contempla medidas de cumplimiento y ofrece un camino a la ciudadanía para 11 millones de personas que viven en el país sin autorización legal. Los líderes de la Cámara, presionados por los conservadores del Tea Party, han exigido un enfoque gradual y no integral.

“La interrogante es cuáles son las cosas claves que los republicanos no pueden dejar de lado y cuáles son los temas que los demócratas no pueden soslayar”, dijo el encuestador republicano David Winston, quien consulta de manera regular con los líderes de la Cámara. “Hay preferencias y elementos clave. Eso es parte del proceso de negociación”.

Obama recalcó que la ley definitiva de inmigración tiene que incluir un camino a la ciudadanía para los que viven el país sin autorización. Los que se oponen alegan que la ciudadanía premia a los que no respetan la ley y muchos republicanos se muestran en extremo reacios a cualquier medida que otorgue la ciudadanía sin importar la dificultad o el tiempo que demore conseguirla.

Pero algunos defensores de la reforma han comenzado a apoyar la idea de otorgar a los inmigrantes un estatus legal en Estados Unidos y dejar el tema de la ciudadanía fuera de la ley. En otras palabras, pueden trabajar pero no votar.

“¿El punto que nos divide será si le daremos derecho al voto a quienes llegaron aquí en forma ilegal?”, dijo el domingo el senador republicano Rand Paul, quien votó en contra de la ley de inmigración. “Si los demócratas están dispuestos a encontrar un punto medio podremos aprobar una reforma significativa que ayudará a las 11 millones de personas que se encuentran aquí”.

“Mientras no se logre la reforma de las leyes de inmigración, en combinación con el nivel récord de deportaciones, seguirá habiendo mucha insatisfacción entre la comunidad hispana con el presidente”, dijo Janet Murguía, presidenta y directora general del Consejo Nacional de La Raza.

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