Reuters.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso convocar a un referendo para hacer una reforma política a través de una asamblea constituyente, su respuesta a protestas que movilizaron a más de un millón de personas contra la corrupción y la mala calidad de servicios en la mayor economía de América Latina.
En una reunión con gobernadores y alcaldes, Rousseff habló además de endurecer el combate a la corrupción y contratar médicos extranjeros para mejorar la cobertura de la salud pública.
También dijo que su gobierno está dispuesto a mejorar el ineficiente transporte público en las grandes ciudades del país, reduciendo, por ejemplo, los impuestos al diésel para el metro y los trenes de cercanías.
La popularidad de Rousseff ha sido golpeada recientemente por un aumento de la inflación y las protestas podrían debilitarla aún más con miras a la reelección en el 2014.