Santiago (AP).- La derechista Evelyn Matthei y la socialista Michelle Bachelet se enfrentarán una inédita e impensable campaña en Chile que reaviva las heridas abiertas hace cuatro décadas por la dictadura militar.
Matthei fue nominada el sábado candidata presidencial por la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), en reemplazo de Pablo Longueira, quien renunció imprevistamente la semana última aduciendo una depresión severa.
Ahora espera ser ratificada por el socio electoral de la UDI, la centroderechista Renovación Nacional (RN), que se dio plazo hasta el lunes para pronunciarse.
De ser ratificada, junto a Bachelet, será la primera vez que la presidencia sea disputada por dos mujeres en Chile. Ninguna buscó ser candidata esta vez.
Sexo fuerte
Matthei, economista de 59 años, ha sido diputada, senadora y ministra del Trabajo. Bachelet, pediatra de 61 años, estuvo exiliada en la República Democrática Alemana, fue ministra de Salud y de Defensa antes de ser presidenta (2006-2010) y hasta marzo fue directora de ONU Mujeres.
El padre de la socialista, Alberto Bachelet y Fernando Matthei coincidieron en su juventud en una base militar, donde sus hijas jugaban a menudo y acudían a la misma escuela. Allí se gestó una estrecha amistad entre las familias, pero los caminos de ambos pilotos de guerra se separaron.
Los Matthei estaban en Gran Bretaña el 11 de septiembre de 1973, cuando Augusto Pinochet lideró el golpe que inauguró una dictadura militar que se prolongó hasta 1990.
A su regreso a Chile, el general Matthei fue nombrado ministro de Salud y luego miembro de la Junta Militar.
El general Bachelet, por su experiencia institucional, fue llamado por Allende a colaborar en la distribución de alimentos. El día del golpe, la exmandataria estuvo en el techo de la Escuela de Medicina donde estudiaba, viendo cómo los aviones de la Fuerza Aérea bombardeaban el palacio de gobierno.
En los años posteriores, Evelyn Matthei continuó sus clases de piano en Inglaterra y ayudó en traducciones a la embajada de Chile en Londres.
Por su parte, Bachelet pasó a formar parte de la resistencia a la dictadura, ayudando a los perseguidos políticos. Fue detenida en 1975 por agentes de la policía de la dictadura y trasladada junto a su madre, Angela Jeria, a un centro de detención ilegal, donde fue torturada.
El regreso del pasado
Para el analista Esteban Valenzuela, director del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Alberto Hurtado, Bachelet y Matthei tendrán “una disputa histórica, simbólicamente, de quien fue la hija de una víctima de la dictadura y de un miembro activo de la Junta Militar”.
“Habrá un cierto regreso al pasado que es inevitable”, expresó Valenzuela a The Associated Press.
Domingo Namuncura, analista de Políticas Públicas y Equidad, dijo a la AP que el “talón de Aquiles” de Matthei es ser hija de un ex miembro de la dictadura y competir con quien fuera víctima.
A su juicio, esto podría ser un factor en su contra en las elecciones. al igual que su tono ríspido y su poca paciencia en el debate. Sin embargo, según algunos analistas, esta postura también le proyecta seguridad ante situaciones difíciles.
“Una elección entre Bachelet y Matthei contrastaría dos tipos de ejercicio del liderazgo, uno mucho más horizontal y acogedor como el de Bachelet, y otro más enérgico y autoritario, a lo (Margaret) Thatcher. Todo indica que los ciudadanos siguen demandando liderazgos más cercanos e integradores en esta etapa del país”, afirmó Ernesto Águila, analista político del Instituto Igualdad.
Para Valenzuela, “discursivamente van a confrontarse dos estilos radicalmente distintos”, pero “Michelle Bachelet no se saldrá de su libreto de reformas profundas y de un estilo más inclusivo y sereno”.
Jucicio
Matthei y Bachelet siempre evitaron la confrontación. El juez Mario Carroza confrontó hace dos semanas al general retirado Fernando Matthei y a exoficiales de la Fuerza Aérea que lo acusan de tener responsabilidad en las torturas que llevaron a la muerte de Alberto Bachelet.
Matthei fue director de la Academia de Guerra donde fue torturado Bachelet, pero su defensa alega que no ejerció formalmente hasta tiempo después porque estaba fuera del país.
“Siempre el general Matthei ha sido amigo nuestro, lo estimo mucho y tengo la certeza de que él no estuvo en la Academia de Guerra en el tiempo en que mi marido estuvo ahí”, afirmó la madre de Michelle Bachelet, Angela Jeria.
Las ahora candidatas se han referido sólo una vez al caso en junio pasado, cuando la entonces ministra del Trabajo relacionó la reapertura del caso de la muerte del general Bachelet con su papel ofensivo en un caso de falsos exonerados políticos.
“La semana pasada yo le dije: ‘Papá, me estoy metiendo en un tema complicado de exonerados, esto puede significar que te vuelvan a citar’. Tal cual”, sentenció Matthei. “Fue decisión de la justicia”, respondió Bachelet.