Dubái (AFP).- El cuarteto de países árabes anti-Catar celebra hoy en Manama una reunión ministerial para hacer balance de la crisis del Golfo, que persiste casi dos meses después del aislamiento de Catar por su presunto apoyo al “terrorismo”.
Los ministros de Exteriores de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto discutirán en la capital de Baréin sobre los esfuerzos de sus países para hacer que Catar “deje de apoyar el extremismo y el terrorismo, de inmiscuirse en los asuntos de sus vecinos y de cambiar de política” regional, según la agencia oficial Bna.
Los cuatro países rompieron relaciones con Catar el 5 de junio e impusieron duras sanciones económicas al emirato rico en petróleo. Para retirarlas le pidieron cumplir con 13 demandas, como el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera de una base militar turca, y la revisión de sus relaciones con el Irán chiita, rival regional de la Arabia Saudita sunita.
Doha rechazó por completo estas demandas, considerando que violan su soberanía.
Un día antes de la reunión en Manama, el rey de Baréin, Hamad ben Issa Al Khalifa, apeló a “la solidaridad de todos los países árabes para luchar contra el terrorismo y eliminar sus fuentes de financiación”.
“Nuestros cuatro países entregaron varios mártires en el combate contra el terrorismo y por la defensa de nuestras patrias”, añadió al recibir a los ministros del Cuarteto.
La última reunión de los jefes de la diplomacia del cuarteto se celebró a principios de julio en El Cairo.
Ni la mediación kuwaití, ni los esfuerzos de mediación realizados por varios países occidentales, como Estados Unidos, consiguieron calmar esta crisis, la más grave para el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) desde su creación en 1981.