AFP.- El director interino del FBI aseguró este jueves al Congreso que la investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 en Estados Unidos sigue en marcha, dos días después del repentino despido del jefe de la institución, James Comey.
“El trabajo del FBI continúa a pesar de los cambios en las circunstancias. A pesar de los cambios, no ha habido ningún esfuerzo para impedir nuestra investigación”, dijo Andrew McCabe ante la Comisión de Asuntos de Inteligencia del Senado.
De acuerdo con el director interino de la policía federal, “nadie puede impedir que los hombres y mujeres del FBI hagan lo correcto, proteger a los estadounidenses y defender la constitución”.
McCabe señaló que tuvo el “privilegio” de trabajar con Comey durante muchos años: “Tengo al director Comey en la más alta de las estimas. Siento el mayor respeto por su capacidad y su integridad”, señaló.
El martes, el presidente Donald Trump provocó un verdadero terremoto político al despedir a Comey alegando insatisfacción con la forma en que condujo una investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado.
Sin embargo, Comey era también responsable por una de las varias investigaciones que se llevan adelante sobre las alegadas tentativas de Rusia de influenciar en las elecciones presidenciales del año pasado, y si la campaña de Trump era parte de ese esfuerzo.
“Iba a despedirlo”
La Casa Blanca negó categóricamente que la decisión de Trump de despedir a Comey guarde relación con esta investigación sobre Rusia, y que en realidad el presidente había perdido la confianza en el jefe de la policía federal.
Ante el Senado, McCabe apuntó este jueves que Comey “disfrutó de un amplio apoyo dentro del FBI y sigue disfrutándolo al día de hoy”.
Para complicar más la situación, aún no está claro si el Fiscal General Adjunto, Rod Rosenstein, tomó la iniciativa de recomendar el despido de Comey, o si presentó su recomendación atendiendo a un pedido específico de la Casa Blanca.
El asunto ha generado declaraciones divergentes a todo nivel en la Casa Blanca.
En declaraciones a la red de televisión NBC, divulgadas este jueves, Trump aseguró que de cualquier forma ya había decidido despedir a Comey.
“Lo iba a despedir sin importar las recomendaciones”, aseguró el presidente, para quien Comey “es un fanfarrón” que dejó “al FBI en caos”.
Este miércoles, la vocero adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckabee, dijo que Trump había estado pensando en despedir a Comey “durante meses”.
Sin embargo, en la víspera el vicepresidente Mike Pence había afirmado categóricamente que la decisión de despedir a Comey surgió de la recomendación de Rosenstein.
“¿Estoy bajo investigación?”
Trump también admitió que le había preguntado a Comey si él estaba siendo investigado por el FBI.
“De hecho le pregunté, sí. Dije: ‘¿es posible que me diga si estoy bajo investigación?’”, señaló el presidente, evocando una de las tres conversaciones que sostuvo sobre este asunto con Comey, dos por teléfono y la otra durante una cena.
“Él dijo: ‘usted no está bajo investigación’”, señaló Trump. En otra parte de la entrevista, añadió que él “sabía” que no estaba siendo investigado.
En la visión de Huckabee, no hubo nada de inapropiado en el gesto del presidente en preguntar si era objeto de una investigación, aún si en la cena en que surgió el tema Comey haya pedido, según Trump, su permanencia en el cargo.
Comey tenía previsto participar este jueves, junto a otros responsables de la inteligencia estadounidense de la sesión de la comisión del Senado, pero fue sustituido de emergencia por McCabe, quien ocupa la dirección del FBI hasta que un nuevo director sea designado.
Esta sesión en la comisión de inteligencia del Senado, agendada hace varias semanas, debía concentrarse en las amenazas generales a la seguridad estadounidense, pero la conmoción política provocada por el súbito despido de Comey se tornó en tema dominante.
Además de McCabe participaron Daniel Coats (director nacional de inteligencia), Michael Pompeo (director de la CIA) y el almirante Michael Rogers (jefe de la Agencia Nacional de Seguridad, NSA).
En enero de este año varias agencias estadounidenses de inteligencia afirmaron estar convencidas, en grados diversos, de que Rusia interfirió en las elecciones presidenciales del año pasado, beneficiando a Trump.
Este jueves, interrogados por los senadores, todos los responsables de inteligencia dijeron estar convencidos que la evaluación presentada en enero era correcta.
En la víspera, el canciller ruso, Serguei Lavrov, clasificó los alegatos de una interferencia rusa en las elecciones como una “invención”.