El Cairo (Reuters).- El Gobierno de Egipto respaldado por las Fuerzas Armadas decidió disolver a los Hermanos Musulmanes, registrados como una organización no gubernamental, reportó el viernes un diario estatal, aumentando una campaña represiva contra el movimiento del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi.
La decisión se aplica a la ONG registrada por los Hermanos Musulmanes en marzo en respuesta a una demanda que argumentaba que el grupo no tenía estatus legal.
Esto marca un revés legal principalmente simbólico al grupo de Mursi mientras las autoridades acorralan a sus miembros en la ofensiva más brutal en décadas.
“La decisión del ministro en realidad se ha emitido pero será anunciada a principios de la próxima semana en una conferencia de prensa”, dijo Hany Mahana, portavoz del ministro de Solidaridad Social, según el diario Al Akhbar.
Los Hermanos Musulmanes ganaron las elecciones parlamentarias y presidenciales después de que el autócrata Hosni Mubarak fuera derrocado en el 2011, pero el Ejército derrocó a Mursi el 3 de julio en respuesta a las protestas masivas contra su mandato.
Las fuerzas de seguridad han matado a cientos de partidarios de Mursi y arrestado a muchos de sus líderes por cargos de incitación a la violencia. Hasta ahora no ha habido intentos de prohibir a su brazo político, el Partido Libertad y Justicia.
Al Akhbar dijo que la decisión del ministro de Solidaridad Social, Ahmed el-Boraie, de disolver el grupo como una ONG partía de las acusaciones de que los Hermanos Musulmanes habían usado su sede para disparar y almacenar armas y explosivos.
Aunque estaban formalmente proscritos bajo el gobierno de Mubarak, los Hermanos Musulmanes fueron tolerados a regañadientes durante gran parte de su presidencia, participando en elecciones parlamentarias y operando una red benéfica que los ayudó a convertirse en el mayor partido político de Egipto.
Los Hermanos fueron fundados en 1928 pero formalmente disueltos bajo los gobernantes militares de Egipto en 1954. Los detractores del grupo se basan en que los Hermanos Musulmanes seguían siendo un movimiento ilegal incluso tras la caída de Mubarak.
En respuesta, los Hermanos Musulmanes decidieron reforzar su posición legal registrándose formalmente como una ONG.
