Madrid (AP).— Los españoles —frustrados con una tasa de 21% de desempleo y casos de corrupción que parecen interminables— votan hoy en una elección nacional histórica que podría sacudir el tradicional sistema político bipartidista del país debido al fuerte apoyo que podrían recibir dos partidos nuevos.
Durante más de tres décadas, España ha estado dominada por el gobernante Partido Popular y los socialistas, la principal fuerza de oposición, con quienes han alternado el gobierno.
Pero eso podría cambiar el domingo, cuando se espera que muchos votantes apoyen al partido Ciudadanos —que apoya a los negocios— o al partido Podemos, de izquierda radical.
Ambos partidos ganaron fuerza al retratar al Partido Popular y a los socialistas como gigantes fuera de contacto y dirigidos por políticos que se preocupan más por mantener su propio poder que por las necesidades de los ciudadanos.
Un total de 36.5 millones de votantes registrados en España estaban eligiendo representantes para la cámara baja del Parlamento, de 350 escaños, y el Senado, que tiene menos poder legislativo.
Las encuestas pronostican que el Partido Popular de centroderecha obtendrá más votos, pero no los suficientes como para conservar su mayoría parlamentaria.
El primer ministro Mariano Rajoy, cuyo Partido Popular busca un segundo período consecutivo de cuatro años en el puesto, ha dicho que buscaría una alianza con políticos fuera de ese partido para evitar que una coalición de izquierda llegue al poder.
España podría acabar la jornada con una serie de posibilidades de gobierno de coalición.
El aliado más probable para el Partido Popular es Ciudadanos, mientras que los socialistas probablemente hagan equipo con Podemos. También existe la posibilidad de una alianza tripartita entre los socialistas, Ciudadanos y Podemos.
Se pueden necesitar días o semanas de negociaciones para determinar el resultado, que no tendrá precedentes porque tanto los socialistas como el Partido Popular sólo han necesitado antes el apoyo de pequeños partidos para conseguir una mayoría en el Parlamento al no conseguir una mediante los votantes.
La devastadora crisis económica de la nación, los incesantes escándalos de corrupción y un impulso separatista en la región nororiental de Cataluña han dominado la política española en los últimos cuatro años.
Rajoy ha alardeado de su manejo de la economía, ha hecho todo lo posible para bordear el campo minado de la corrupción y se ha comprometido a detener los avances de los separatistas.
El mayor éxito de su administración fue sacar a España de un abismo económico en 2012 y devolver a la economía a un crecimiento constante, pero la tasa de desempleo sigue en 21%. Esto ha alimentado las afirmaciones de Ciudadanos y de Podemos, de que los socialistas sumieron a España en una crisis económica y de que el Partido Popular no ha podido solucionar el problema.