Seúl (Reuters).- El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Corea del Norte nunca logrará prosperidad mientras siga buscando armas nucleares, pero agregó que Washington seguía abierto al diálogo si Pyongyang mostraba voluntad para honrar sus compromisos.

Corea del Norte ha seguido adelante con su desarrollo nuclear después de declarar finalizadas las conversaciones a seis bandas en 2008, anulando sus compromisos hechos bajo un acuerdo de desarme de 2005 destinado a premiarlo con incentivos económicos.

“Estados Unidos y el mundo han dejado absolutamente claro a Kim Jong Un que la comunidad internacional no aceptará ni tolerará armas nucleares en Corea del Norte”, dijo Biden en un discurso en Seúl, refiriéndose al líder del país.

“El hecho simple es éste: Corea del Norte nunca puede alcanzar la seguridad y prosperidad mientras busque armas nucleares, punto”, agregó.

“Estamos preparados para volver a las conversaciones de seis bandas cuando Corea del Norte demuestre su compromiso pleno con una desnuclearización completa, verificable e irreversible”, sostuvo.

Corea del Norte ha quedado bajo sanciones más duras de la ONU después de su tercera prueba nuclear en febrero, que se cree que ha redoblado sus esfuerzos por construir un arsenal nuclear. La prueba desafió las advertencias internacionales, incluyendo las de su principal aliado, China.

Biden se reunió más temprano con el presidente surcoreano Park Geun-hye como parte de una visita a la región, que también lo llevó a Pekín y Tokio.

La gira se da en momentos de nuevas tensiones con China por una zona de defensa aérea declarada unilateralmente por Pekín.

Biden reiteró la posición de Washington de que no acepta la nueva zona de defensa aérea de China por las islas disputadas en el Mar de China Oriental.

“Fui absolutamente claro en nombre de mi presidente: no reconocemos la zona. No tendrá ningún efecto sobre las operaciones estadounidenses. Ninguno. Cero”, dijo Biden, en referencia a las discusiones que sostuvo en Pekín esta semana.

Biden visitará el sábado la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur antes de regresar a Estados Unidos.

Pyongyang, que está técnicamente en guerra con Corea del Sur y ve a Washington como un agresor imperialista, también tiene a dos estadounidenses presos. Uno de los detenidos es un veterano de la guerra de Corea del Norte, que trabajó como asesor de una unidad de la guerrilla anticomunista durante el conflicto.