Río de Janeiro, (Reuters).- La FIFA saludó el pronunciamiento de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en que pidió a la población la “misma acogida generosa” que Brasil recibió en otros mundiales de fútbol, y reafirmó el sábado su colaboración con el Gobierno para la realización de la Copa Confederaciones y del Mundial 2014.
En un discurso, Rousseff respondió a protestas que llevaron el jueves a cerca de un millón de personas a las calles de todo el país y que, entre otras reivindicaciones, cuestionan los elevados gastos con la realización de los eventos deportivos.
“Recibimos bien el pronunciamiento de la presidenta Dilma Rousseff a la nación y reafirmamos nuestra colaboración con el Gobierno para realizar con seguridad y éxito la Copa Confederaciones de la FIFA y la Copa del Mundo de la FIFA, para que todos los hinchas puedan disfrutar”, dijo el portavoz de la entidad, Pekka Odriozola, en una entrevista colectiva en Río de Janeiro.
No afecta Tesoro Público
En respuesta a críticas sobre los gastos del Gobierno para realizar el Mundial, que suman 33,000 millones de reales (SU$ 14,700 millones) hasta el 2014, Rousseff afirmó que los recursos para construir estadios no salieron de las arcas públicas.
Aseguró que el financiamiento concedido por el Gobierno federal será pagado por empresas y gobiernos estatales que se benefician a partir de esos recintos.
Este mes, se registraron protestas en seis ciudades brasileñas donde se disputan partidos por la Copa Confederaciones. En cinco de ellas, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Brasilia, Fortaleza y Salvador, hubo violentos enfrentamientos entre manifestantes y la policía cerca de los estadios antes de los encuentros deportivos.
Sigue adelante
Frente a esos acontecimientos, la FIFA se vio obligada a desmentir el viernes especulaciones de que la competencia podría ser suspendida y que incluso estaría considerando retirar la realización del Mundial 2014 en Brasil.
En Salvador, donde la selección brasileña enfrenta a Italia el sábado, al menos dos autobuses fueron incendiados por manifestantes y dos microbuses al servicio de la FIFA fueron alcanzados por piedras el jueves, poco antes del partido entre Uruguay y Nigeria.