(AFP) El aspirante presidencial republicano, Donald Trump, acabó con días de suspenso al confirmar este viernes a Mike Pence como su compañero de fórmula, un conservador con el que espera llegar a la Casa Blanca en noviembre.
“Me complazco en anunciar que he escogido al gobernador Mike Pence como mi compañero para ser vicepresidente”, escribió Trump en su cuenta de Twitter, anunciando una rueda de prensa para las 15:00 GMT del sábado.
Pence respondió por la misma vía, expresando sentirse “honrado” de unirse a Trump para hacer a “Estados Unidos grande de nuevo”, el lema de campaña del empresario neoyorquino.
De esa manera, Pence, de 57 años, le roba el premio a dos hombres de estilos más parecidos a los de Trump: el gobernador de New Jersey, Chris Christie, de hablar rudo, y el expresidente del Congreso, Newt Gingrich, un habitué de los programas políticos de la televisión.
Gobernador del estado de Indiana (norte) desde enero del 2013, este abogado de 57 años y buen comunicador -fue animador de radio- conoce las entrañas de Washington por haber sido miembro de la Cámara de Representantes desde el 2001 hasta el 2013 y presidente de la Conferencia Republicana (número 3 del partido) entre el 2009 y 2011.
La elección de Pence, un cristiano evangélico opuesto al matrimonio gay y el aborto, fue celebrada por el ala conservadora del Partido Republicano, inquieta desde el inicio de la campaña sobre la solidez ideológica de Trump y sus flirteos en el pasado con la izquierda estadounidense.
Es un “fuerte aporte” a la campaña indicó el jefe del partido, Reince Priebus.
Su experiencia podría aplacar las preocupaciones entre algunos republicanos de que Trump carece de nociones para gobernar y habilidad para navegar en el Congreso y sus conexiones podrían ayudarle a recaudar más dinero para su campaña.
Además, su personalidad garantiza que no hará sombra al multimillonario, quien valora ante todo la lealtad de quienes lo rodean.
Pero queda por ver cuál será su efecto en la campaña electoral. “Es una elección sosa que probablemente no tendrá un impacto importante en la elección”, dijo a la AFP, Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.
¿Pero por qué Pence entonces? “Es una elección por defecto”, afirma el experto. “Las personas que eran mejores opciones no lo aceptaron”, señala.
Chris Christie y Newt Gingrich lucían como opciones aún peores. “Para qué añadir una barra de dinamita a una caja de dinamita”, zanja Sabato.
Más extremista
La dupla Trump y Pence tiene ahora la labor de alinear al Partido Republicano hacia las presidenciales durante la convención de investidura que se celebra a partir del lunes en Cleveland (Ohio, norte).
Pero la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton, quien aún espera para designar su compañero de fórmula, inmediatamente criticó la dupla, señalando que es la “más extremista en una generación”.
“¿Crees que Donald Trump es divisivo? Conoce a su compañero de fórmula”, se lee en un video, que recuerda que Pence promulgó una ley sobre libertad religiosa considerada discriminatoria por los defensores de homosexuales, y una estricta ley antiaborto, bloqueada por la justicia federal.
También muestra a Pence expresando su rechazo a una reforma migratoria que abra la vía a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados.
Aunque los medios estadounidenses habían reportado que Trump iba a elegir a Pence, el magnate se había mantenido callado en entrevistas el jueves, en las que explicó que postergaba el anuncio por respeto a las víctimas del ataque en Niza.
Como tras los atentados en San Bernardino, Bruselas y Orlando, Trump se presentó como un hombre firme, denunciando la supuesta laxitud e incompetencia del presidente Barack Obama frente a la amenaza yijadista.
Desde los últimos días se presenta como el candidato de “la ley y el orden público”, retomando un tema que fue exitoso para Richard Nixon en las presidenciales de 1968.
Disciplinado y relativamente discreto, Pence era el favorito de los hijos de Trump -muy influyentes en la campaña de su padre- aunque hasta el momento, los dos hombres no eran particularmente cercanos.
De hecho Pence había apoyado en las primarias republicanas al senador de Texas, Ted Cruz, derrotado finalmente por Trump.