Un artículo publicado por Control Risks en Forbes, se pregunta: ¿podrá PPK hacer frente a la corrupción y fomentar la inversión? El texto es revelador, pues muestra dos escenarios posibles.
El reporte elaborado por Laura Sharkey señala que cuando Pedro Pablo Kuczynski “tome posesión de la Presidencia, en julio, se enfrentará de inmediato tanto a retos de gobernabilidad como de legitimidad, dado que una parte sustancial de sus votos provino de personas que no eran sus firmes partidarios sino que votaron por él simplemente para evitar a cualquier precio una victoria de Fujimori”.
Primeros cien días
En consecuencia, Sharkey considera que ‘‘en sus primeros 100 días, PPK se centrará en temas que atrajeron la atención de los votantes durante el periodo de campaña electoral como una forma de demostrar su idoneidad para el cargo, incluyendo la lucha contra prácticas de corrupción y su compromiso con el crecimiento económico al mantener una postura proempresarial”.
Sin embargo, el artículo advierte que estos dos últimos factores –la lucha anticorrupción y la economía– no necesariamente van de la mano en el Perú.
Por eso, Sharkey remarca que al asumir la Presidencia, la reacción de PPK a una serie de acontecimientos recientes será decisiva para demostrar su capacidad a fin de lidiar con un tema tan complejo.
Impacto en la corrupción
Justamente, uno de los temas que recoge el texto publicado en Forbes menciona los efectos colaterales de las investigaciones contra la corrupción en Brasil, como el caso ‘Lava Jato’, recordando que las consecuencias ya se hacen sentir en el Perú.
En ese sentido, recuerda la comisión formada en el Congreso, que después de meses de especulaciones no aprobó los resultados de su investigación. Sin embargo, remarca la decisión adoptada por un juez para impedir la salida del país de Nadine Heredia, su hermano Ilán y su amiga Rocío Calderón, en una investigación sobre presunto lavado de dinero y sus implicancias que tuvo el financiamiento en la campaña del actual Gobierno.
Asimismo, el artículo señala que hay otras investigaciones en curso en la Contraloría y el Ministerio Público.
Difíciles predicciones
Para Sharkey, a primera vista, “parece como si el Perú estuviera dispuesto a demostrar que está tomando una postura seria para acabar con la corrupción en medio de varios escándalos regionales de gran notoriedad. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Un factor clave en esto es que los órganos de investigación son percibidos como débiles e ineficaces y se ven afectados por el favoritismo político en diferente magnitud. Esto da lugar a lentos procesos de investigación, y resultados muy difíciles de predecir”.
En esa línea, el texto publicado en Forbes hace hincapié en que ‘‘todas las miradas están puestas en las pruebas: la política frente a los negocios”.
¿Qué deparará el futuro?, se pregunta Sharkey. Considera que cuando Kuczynski asuma el cargo el 28 de julio, tendrá un trabajo duro por delante respecto a los marcos de lucha contra la corrupción.
Estima que cualquier reforma tangible en ese campo será difícil de alcanzar, mientras que él, al igual que el resto del Perú, esperen ver qué es exactamente lo que las diversas instancias descubran en sus investigaciones en los casos de corrupción como, por ejemplo, el de ‘Lava Jato’.
En ese sentido, considera que hay dos escenarios posibles: uno con pruebas contundentes y otro con evidencias anecdóticas.
Primer escenario
En el caso de pruebas contundentes de corrupción (por ejemplo, si una comisión del Congreso descubriera pruebas de audio o escritos de sobornos, o si la investigación a Heredia demuestra pruebas físicas de pagos, etcétera), Sharkey señala que es probable que Kuczynski priorice el proceso de investigación, dando más poder a los organismos anticorrupción, sobre todo debido a la presión pública.
Las investigaciones –menciona el artículo de Forbes– podrían afectar a los más altos niveles políticos, potencialmente, incluso al presidente Ollanta Humala, cuyo mandato Kuczynski investigará si lo considera necesario, a pesar del hecho de que Humala apoyó su campaña electoral.
Kuczynski –señala Sharkey– también sería ayudado por la mayoría en el Congreso del partido de Keiko Fujimori. “Es obvio que, ante este escenario, continuarán más investigaciones a Nadine Heredia”, agrega.
En esa línea, considerando las empresas involucradas, Sharkey advierte que “no investigar enviaría una señal negativa de que las empresas son capaces de simplemente retirarse de un consorcio o proyecto (en medio de acusaciones de corrupción) y no enfrentar ninguna repercusión. Esto no solo generaría inseguridad en el Gobierno en cuanto a si los proyectos se completen a tiempo y dentro del presupuesto, también sería una señal negativa para los inversores que buscan seguridad y estabilidad por parte de sus socios”.
Sin embargo, el artículo de Forbes considera que es probable que en este momento de las investigaciones se detengan las responsabilidades.
“Kuczynski no podrá rescindir los contratos en la mayoría de los casos, sobre todo porque nunca ha habido una investigación formal sobre una gran empresa privada que haya sido puesta al descubierto en un caso de corrupción a gran escala y esto haya dado lugar a la cancelación del contrato”, dice el texto de Sharkey.
Por eso, considera que sería poco probable que PPK, dada su postura a favor de la inversión, ponga trabas para los inversores y complique el entorno regulador sin agotar todas las demás posibilidades.
La única excepción, a juicio de la autora, sería si la evidencia de la corrupción supera cualquier preocupación por los retrasos del proyecto en el caso de una cancelación.
“En este escenario, la indignación pública probablemente obligue al Gobierno a actuar a favor de la postura de integridad de Kuczynski”, dice Sharkey.
Segundo escenario
En el caso de que la evidencia de la corrupción sea puramente anecdótica, como lo ha sido hasta la fecha, el artículo de Control Risks señala que es probable que PPK se muestre más dubitativo en querer seguir impulsando las investigaciones, puesto que ya no estará dispuesto a alejar a los inversores al poner presiones indebidas sobre su integridad.
Por otra parte, Sharkey dice que el presidente electo, bajo el segundo escenario, será cauteloso, a fin de verse potencialmente implicado en acusaciones cuando fue ministro en anteriores gobiernos.
En ese caso, PPK buscaría mejorar el marco de las instituciones de organismos públicos, en lugar de ir tras personas y empresas específicas.
EL DATO
Control Risks. La empresa es una consultora global especializada en el control de riesgo operativo en entornos hostiles y complejos.
La compañía brinda servicios de consultoría sobre los riesgos políticos, los riesgos de seguridad y los riesgos de integridad.
Sus clientes pueden ser gobiernos, instituciones bancarias o fondos de capital de riesgo, entre otros.