Castel Gandolfo (Reuters).- Un Papa en activo y un ex Papa se reunieron hoy por primera vez en al menos 600 años, cuando el papa Francisco viajó al sur de Roma para encontrarse con su predecesor, el “Papa emérito Benedicto XVI”.
Francisco, que fue elegido el 13 de marzo, llegó en helicóptero a la residencia papal en Castel Gandolfo para encontrarse y almorzar con Benedicto XVI, que ha vivido allí desde que renunció al pontificado el 28 de febrero.
Benedicto XVI y Francisco se abrazaron cuando el helicóptero que transportó al actual Sumo Pontífice desde Roma aterrizó en la residencia.
El padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, afirmó que la salud de Benedicto XVI era la normal para un hombre de su edad.
Posteriormente, el Santo Padre y el Papa emérito rezaron juntos en una capilla y mantuvieron una conversación privada de 45 minutos antes de empezar a almorzar junto con sus secretarios personales. Lombardi dijo que el ambiente fue “familiar”.
Cuando fueron a rezar a la capilla, Benedicto XVI le ofreció a Francisco el lugar de honor, un reclinatorio antes del altar que el Papa rechazó diciendo: “Somos hermanos, rezaremos juntos”, dijo Lombardi. Los dos entonces rezaron juntos en el mismo banco.
Benedicto XVI, que se convirtió en el primer Papa en renunciar en 600 años en lugar de mantenerse en el cargo hasta su muerte, vive temporalmente en la residencia de los montes Albanos.
Volverá al Vaticano tras la restauración de un convento en el que se espera que resida durante el resto de su vida.
Poco antes de su renuncia, Benedicto XVI, de 85 años y con una salud frágil, dijo que se “encerraría en la oración” y que pasaría el resto de sus días “escondido del mundo”.
En febrero, en el último día de sus cerca de ocho años como líder de la Iglesia católica, prometió su obediencia incondicional a quién fuera su sustituto.
El cónclave de cardenales que eligió a Francisco comenzó el 12 de marzo y eligió al nuevo Papa al día siguiente.
Aunque no se espera que el Vaticano aporte ninguna información sobre lo que hablaron, es probable que la conversación incluyera los problemas de la administración vaticana.