Sandra alvarado
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De acuerdo al Informe Anual de Seguridad Ciudadana de IDL, el empleo de armas de fuego para la comisión de delitos sigue en aumento.
En el 2015, el 8,8% de la población indica que fue víctima de un delito cometido con arma. Si bien este incremento es lento, la cifra ya ha crecido más de dos puntos porcentuales en cinco años.
Del estudio también se desprende que el caso de victimización por robo e intento de robos a viviendas es llamativo, puesto que en el 2015 muestra el primer incremento de la tasa en estos cinco años.
“Desde el 2012, cuando se produjo la primera reducción importante, esta cifra ha ido descendiendo lentamente. Sin embargo, para el 2015 se ha disparado hacia arriba, pues el 17,9% de las viviendas de áreas urbanas han sido afectadas por robo o intento de robo”, detalla el informe.
Al respecto, Gestión conversó con el abogado brasileño Pedro Strozenberg , especialista en seguridad ciudadana, quien participó en la presentación del estudio.
¿Qué medidas considera que se debe adoptar para frenar la inseguridad ciudadana?
Había una expectativa muy fuerte en el gobierno del presidente Humala, pero existe frustración pues la situación no ha cambiado de manera significativa y existe un sentimiento de inseguridad muy alto. Esta es una combinación peligrosa porque se buscan soluciones mediáticas, radicales de corto plazo y así se pierde una mirada con un horizonte de un proceso más sostenible.
¿Y qué se debe hacer?
Perú está en un momento clave donde los números de la violencia son administrables con políticas públicas. Está en el momento de definir su camino si va por uno de propuestas mas represivas o de prevención e inteligencia.
Por parte de las autoridades hubo una especie de negación, señalaban que era una percepción…
De los 10 países más violentos del mundo siete son de Latinoamérica. Colombia, Guatemala, Brasil, El Salvador y otros. Perú no está en ese nivel de violencia, esta es relativamente baja, pero la incidencia de victimización es alta como robos. El informe (de IDL) marca esa distinción, un cosa es crimines contra la vida y otro los datos de la victimización.
¿Pero es preocupante?
La ocurrencia de uso de ramas de fuego muestra que esta caminando por un proceso grave y peligro de ampliar los riesgos contra la vida. Por eso es un momento importante de pensar en políticas efectivas de control de armas, entrenamiento de la policía, realizar políticas públicas con jóvenes. Hay muchas medidas conocidas y el desafío es hacer una efectiva aplicación de ellas con participación de la sociedad civil.