(Reuters).- Perú evalúa volver a interceptar y derribar avionetas que transporten cocaína luego de que el Congreso dio el primer paso para radicalizar la política antidrogas, pese a la oposición de Estados Unidos sobre el tema, dijo el Gobierno.
El ministro del Interior, José Pérez, afirmó que antes de tomar una decisión al respecto, el Gobierno tiene que asegurarse de no cometer fallas en el proceso, como a inicios de la década pasada cuando fue derribada por error una nave y causó la muerte de una ciudadana estadounidense y su hijo menor.
“Es lo que se está evaluando justamente para sacar una decisión final como país”, dijo el Pérez en una conferencia con la prensa extranjera.
“Se ha aprobado en la comisión (de Defensa) del Congreso justamente esta ley que nos faculta otra vez para volver a tener la potestad de interdictar avionetas en el territorio peruano”, agregó el funcionario que fue designado a fines de febrero.
La comisión de Defensa del Congreso aprobó el lunes un proyecto de ley que permite la interceptación en pleno vuelo de avionetas que transportan drogas, en el marco de la lucha contra el narcotráfico en el Perú, que se ha convertido en el mayor productor mundial de cocaína y hoja de coca después de Colombia.
El proyecto de ley será debatido y podría ser aprobado el jueves por el pleno del Congreso.
El partido oficialista, que no tiene mayoría en el Legislativo, apoya esta iniciativa que fue elaborada por un legislador del partido del ex presidente Alberto Fujimori, el mayor bloque político en el Congreso.
La mayoría de las naves con narcóticos entran y salen de Perú a través de la frontera con Bolivia, país de tránsito de la droga que va dirigida principalmente a Brasil y luego a los mercados de Europa, según las autoridades.
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EE.UU. en contra.
Pérez dijo que funcionarios estadounidenses se mostraron contrarios al plan del derribo de avionetas durante una reunión en Lima, en febrero, del presidente Ollanta Humala con el secretario de Estado adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos de Estados Unidos, William Brownfield.
Washington suspendió en el 2001 su apoyo a Perú en la interceptación de naves luego del derribo por error de una avioneta donde viajaba la misionera estadounidense y su bebé.
“Hay una propuesta de Estados Unidos de garantizar el status quo, en la cual nosotros no podemos interdictar sobre todo avionetas que ingresan al espacio aéreo”, dijo Pérez.
La Embajada de Estados Unidos en Lima declinó hacer comentarios sobre la legislación peruana pendiente.
Y no estaba claro si una medida unilateral peruana sobre el tema podría amenazar la ayuda de Washington de 73 millones de dólares previsto para el 2015 para la lucha antidrogas en el país sudamericano.
El ministro dijo que Perú no tomará una decisión hasta que se asegure que no volverá a cometer errores anteriores. “Creo que, si estamos preparados en ese contexto, lógicamente tendríamos que volver a asumir la interdicción”, afirmó.
El tráfico de drogas con avionetas se ha intensificado en los últimos años en Perú por la construcción de decenas de pistas clandestinas en la mayor zona cocalera del país llamada el VRAEM, donde los narcotraficantes consiguen apoyo de muchos campesinos pobres que cultivan hoja de coca.
Por el VRAEM, que tiene desde inicios de año una zona de exclusión aérea, salen al menos la mitad de las 300 toneladas de cocaína que se calcula son producidas anualmente en Perú.
El anterior programa de interceptación aérea en Perú, que operó entre 1995 y 2001 con la ayuda de Washington, cambió la principal ruta de trafico de cocaína, del cielo hacia el mar.
El Gobierno anunció el año pasado la compra de hasta seis radares y firmó un acuerdo con Francia para la adquisición de un satélite, para la defensa y la lucha contra el narcotráfico. Se espera que el satélite opere para el país en el 2016.