El presidente Ollanta Humala quiso ser protagonista en los medios de comunicación, ya que en la semana que termina estuvo presente en muchos hechos del panorama político del Perú, y comenzó criticando la gestión de los dirigentes del fútbol peruano.
“Considero que es una pena que el deporte más popular sea castigado de esta manera. Que el Perú no clasifique a un Mundial, que estemos dentro de los países menos rankeados futbolísticamente no ayuda y dice mucho de los que es la gestión de las autoridades del balompié peruano”, fue la frase que más se repitió del jefe de Estado al ser consultado sobre lo ocurrido con la postulación de Manuel Burga al sillón de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
El lunes también se generaban diversas reacciones sobre las posibles influencias del prófugo de la justicia Martín Belaúnde Lossio en las contrataciones del Estado, y diversas bancadas de oposición pedían la formación de una comisión investigadora.
El martes se informaba del oficio que envió el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, a la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, sobre la decisión del Directorio del ente emisor de aumentar el sueldo mensual de su presidente en 6%, por lo que pasaría de S/. 41,600 a S/. 44,096.
La mañana del miércoles amaneció movida con la carta del presidente Ollanta Humala dirigida al presidente del BCR en la que manifestaba su “profundo desacuerdo” por el aumento de su sueldo y recomendó al ente emisor que no haga vigente esta medida. El día terminó con la renuncia de Velarde a su aumento para evitar “discusiones.
Por si fuera poco para el gobierno, la ministra de Salud, Midori de Habich, presentó su sorpresiva renuncia al Gabinete Ministerial y fue reemplazada ese mismo día por Aníbal Velásquez, quien se desempeñaba como Viceministro de Salud Pública. Ese mismo día renunció el jefe del Instituto Peruano del Deporte (IPD), Francisco Boza, para responder a las investigaciones por sus vínculos con Belaunde Lossio.
Justamente la bancada de Gana Perú se retractó y reconoció sus vínculos con Belaunde Lossio, mientras que el ministro del Interior, Daniel Urresti, solo atinaba a decir que la búsqueda del prófugo se está haciendo de manera “profesional”.