(Bloomberg) El presidente ejecutivo de Ford Motor Co. dice que prevé un “gran cambio” hacia los vehículos eléctricos en el mundo pese a una cuota de mercado medida en un solo dígito en Estados Unidos en un escenario de altos costos de la certificación de no contaminar y los bajos precios de la gasolina.

“Ahora somos una compañía global, y hay demanda global de (vehículos) eléctricos en todo el mundo”, dijo a la prensa el miércoles William Clay Ford Jr., el bisnieto de Henry Ford, en el marco de una asamblea de la Conferencia de Alcaldes estadounidenses en Washington.

“Nuestro plan de ciclo está respondiendo a eso. En realidad no estamos respondiendo a ningún tipo de cambio de corto plazo”, puntualizó, agregando que también se siente optimista sobre el próximo gobierno del presidente electo Donald Trump, quien se ha mostrado crítico del fabricante de autos por su producción en el extranjero.

“En general, su inclinación favorable a los negocios es algo con lo que nos sentimos muy bien”, sostuvo Ford.

Los fabricantes de auto desde Detroit hasta Stuttgart están invirtiendo miles de millones de dólares en planes de vehículos eléctricos, pese a las bajas ventas. Están apostando a que las reducciones de costos y las mejoras en el rango de conducción permitirán a los autos accionados a batería ser competitivos con los vehículos de motor a combustión interna en los próximos años.

A pesar del repunte sostenido en la oferta de vehículos eléctricos, los autos de alta tecnología han resultado difíciles de vender, ya que han captado menos del 3% del mercado estadounidense, según el fabricante de autos.

Sin embargo, los estándares de eficiencia vehicular más exigentes estipulados por los reguladores federales, junto con el mandato de ventas EV de California, han hecho que los vehículos sean una parte necesaria de la oferta de los fabricantes.

Por su lado, Ford está desembolsando US$ 4,500 millones para reacondicionar su oferta de vehículos incluyendo unidades eléctricas e híbridas. Planea poner en el mercado 13 vehículos eléctricos en los próximos cinco años, lo que corresponderá al 40% de su oferta en sala de ventas, más que el 13% registrado en el 2015.

El fabricante de autos ha señalado que cree que la oferta global de toda la industria en vehículos eléctricos superará aquella con vehículos a gasolina dentro de 15 años.

El 3 de enero, Ford dio a conocer planes para siete de sus vehículos eléctricos, incluido un Mustang mejorado con energía eléctrica y un vehículo utilitario deportivo a batería que puede recorrer 300 millas con una sola carga.

Ford manifestó que sus primeros vehículos completamente autónomos, que saldrán en el 2021, serán híbridos a gasolina-electricidad. Ford y otros fabricantes de autos han figurado entre los blancos preferidos de la campaña en Twitter de Trump para forzar a los fabricantes de autos a mantener o sumar empleos en Estados Unidos.

Este mes, Ford canceló una planta de US$ 1,600 millones prevista para México, y anunció que, en su lugar, agregará 700 empleos en Michigan. El máximo ejecutivo de Ford, Mark Fields, señaló que la decisión fue motivada por el cambio en los gustos del consumidor y no por la presión del presidente electo, aunque calificó la medida como un “voto de confianza” en lo que la compañía espera que sea un ambiente más favorable para las empresas en el próximo gobierno.

El miércoles, Bill Ford hizo eco de esos comentarios expresando que la fábrica de autos “tiene grandes esperanzas” en que las políticas de Trump harán que “fabricar en Estados Unidos sea una mejor ecuación de la que es actualmente”.

Entre los cambios en políticas por los que Ford está abogando figuran la reducción de la tasa impositiva sobre la renta corporativa en Estados Unidos y un ambiente regulatorio más flexible para los fabricantes de autos, aunque reconoció que Trump no ha indicado que se esté trabajando en cambios regulatorios específicos.