Una de las características más importantes de internet es su neutralidad. Es decir, que toda la información que existe en ella debe ser tratada de la misma manera sin importar su contenido, destino u origen. Siendo la libertad una de las banderas de la web, es de esperarse que su neutralidad se encuentre en constante debate, ya que, así como beneficia a unos (principalmente a los usuarios), también supone obstáculos para otros (compañías de comunicaciones, por ejemplo).
¿Qué es la neutralidad de la red?
Según José Cervera, redactor del blog “Educación en valores”, las definiciones son muchas pero existe una que abarca lo principal:
“La neutralidad garantiza que todos los datos online sean tratados por igual”
Así, se asegura la libertad de expresión de todos los que se conecten a la web y origina iniciativas como llevar internet a todo el mundo para generar educación y más acceso a la información libre.
Actualmente, no existen normativas específicas para asegurar la neutralidad de la red. Para Cervera, lo que mantiene esta libertad es algo así como un “pacto de caballeros”.
“nadie cobra a nadie y todo el mundo lleva el tráfico de todos los demás en régimen de intercambio siguiendo un principio denominado ’Best effort’ (el mejor esfuerzo), que implica que todos los participantes hacen lo que esté en su mano de la mejor manera posible para llevar la información a su destino”, explica.
Sin embargo, existen gobiernos y empresas de telefonía que han intervenido en el libre flujo de la red. Un ejemplo es el control del gobierno chino en los contenidos de sus redes.
Consecuencias
A pesar de que la neutralidad sigue presente, el hecho de que existan maneras para controlarla preocupa mucho a los líderes tecnológicos y los usuarios, pues se corre el peligro de que se interfieran las comunicaciones y se apliquen filtros para evitar ciertos contenidos, o generar una competencia desleal en el mercado al bloquear el servicio de otra empresa para que no pueda crecer.
Según el blog alt1040, la consecuencia más grande es para el usuario final. Si los proveedores tienen que pagar más para que su contenido llegue a su público, el costo que este paga también subirá.
Por otro lado, la competencia en el mercado digital comenzaría a menguar y, probablemente, a monopolizarse. Muchas startups y páginas nuevas dependen de la libertad de la red para obtener público y crecer. Si enfrentan a costos elevados para entrar a competir con otras empresas ya presentes, lo más probable es que no lo logren, lo cual reduce de manera severa la variedad de contenidos a los que el usuario final está expuesto.
Finalmente, la consecuencia natural de la libertad en la red es la innovación. Los líderes tecnológicos y las empresas que están comenzando a hacerse un espacio, echan mano de la creatividad y personalización como primer activo. Esto haría que se pierda “el caracter abierto de la innovación”.