(Bloomberg) Warren Buffett provocó risas meses atrás cuando el octogenario dijo no estar convencido de tener más probabilidades de llegar a los 100 años si reemplazara su adorada Coca-Cola por agua o sus caramelos de mantequilla por brócoli.
La Coca y los dulces podrían o no llevar al Oráculo de Omaha hasta el siglo de vida. Pero entretanto, Buffett ya está preparando a Berkshire Hathaway para cuando ya no esté al mando, inclusive con la elección de un sucesor. ¿Sus adquisiciones recientes también podrían estar allanando la transición?
La mayor parte de las grandes adquisiciones de Berkshire últimamente fueron compañías que requieren importantes cantidades de reinversión. Por naturaleza, eso limita la cantidad de efectivo que los sucesores de Buffett necesitarán invertir a largo plazo, minimizando la oportunidad de dar pasos en falso.
El analista de Morningstar Greggory Warren señaló en un informe emitido este mes que el conglomerado tendría un excedente de efectivo mucho mayor si no hubiese adquirido a la ferroviaria Burlington Northern Santa Fe y formado Berkshire Hathaway Energy, cada una de las cuales ha invertido un promedio de US$4.000 millones en equipos y propiedades en los últimos cinco años calendario.
En 2015, esa cifra llegó a US$5.900 millones en el caso de BNSF, más del doble que pares ferroviarios estadounidenses como CSX y Norfolk Southern. La suma fue calificada de “dinero bien gastado” por Buffett.
Obviamente, el efectivo no falta en Berkshire. Aun después de los desembolsos de capital, la firma tenía en mano un récord de US$72.700 millones al 30 de junio. Y, si bien Buffett ha dicho que Berkshire no permitirá que su efectivo en caja supere los US$20.000 millones, eso de todos modos le da bastante poder de fuego. No todo puede destinarse a recompras y dividendos y por eso las adquisiciones seguirán teniendo un papel importante en el futuro de Berkshire.
Buffett desde hace mucho define los criterios financieros que usa para las tomas de control diciendo que prefiere empresas “simples” que tienen “buen” retorno sobre el capital y una capacidad constante de generar utilidades. Sus adquisiciones recientes cumplen con esos requisitos pero su uso intensivo de capital indica que Buffett también podría estar dándole importancia a la capacidad de las empresas de poner a trabajar el excedente de efectivo.
No hay duda de que los sucesores de Buffett tendrán mucho que demostrar cuando se vean obligados a reemplazarlo. Pero, al orientar las adquisiciones a compañías que contribuirán a impedir que la pila de efectivo de Berkshire se dispare al darle buen uso a ese dinero, el inversor de 86 años podría estar dándoles una mano.
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.