Los chicos malos de Boston hicieron vibrar a decenas de miles de personas la noche de ayer en el Estadio Nacional. El siempre andrógino Steven Tyler irrumpió con el clásico Toys in the Attic comenzando así con cerca de dos horas de hard rock.
Magnético, llamativo, teatral, Tyler apareció junto a su inseparable Joe Perry para demostrar que, luego de 46 años de trayectoria, aún es capaz de repartir adrenalina en el escenario.
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“Eat the Rich”, “Last Child”, “Love in the Elevator” hicieron retumbar el Nacional, aunque no fue hasta el clásico “I don´t wanna miss a thing” que Aerosmith consiguió satisfacer las expectativas de un público que ha demostrado tener una conexión especial con una canción que no había tocado antes en suelo peruano.
Tyler hizo – como siempre – gala de sus gritos, su armónica y su estilo lleno de telas, pañuelos y prendas holgadas. “Walk this Way” cerró la primera parte de la noche, después de lo cual Tyler retornó para interpretar “Dream On”. Pero fue Walk this Way la que cerró una noche que quedará para el recuerdo.