El paso del tiempo, lidiar con los celos, la ira, las amistades forjadas y dañadas, la relación de padres e hijos, son temas que enfrentamos en lo cotidiano con poca o ninguna reflexión. Detenerse a analizar lo inevitable del tiempo y las emociones, y más aún, sacar conclusiones universales de eso, es privilegio de pocos. Shakespeare es uno de esos pocos.

Su penúltimo texto, Un cuento para el invierno, enfrenta mundos opuestos, usa clave de drama y comedia, mezcla pasado y presente, fantasía y realidad. Al nacer en un momento en que el dramaturgo ya no tenía nada que demostrar, se aleja de las convenciones literarias y toma licencias para un texto complejo, considerado ‘experimental’ en su época y catalogado entre lo mejor de su obra por los críticos contemporáneos.

“Siempre he amado esta obra. La leí hace más de 40 años, y me pareció una de las más completas de Shakespeare. Me gusta mucho porque habla sobre algo muy importante que es el paso del tiempo y la capacidad, o no capacidad, que tenemos los seres humanos de entender que el tiempo tiene que pasar”, explica el director, Alberto Isola.

‘Un cuento para el invierno’ narra la historia de dos amigos que crecieron juntos y ante la dificultad de aceptar el paso del tiempo terminan dañando a quienes los rodean. Al tratarse de dos poderosos reyes los daños resultan exorbitantes. El relato es también sobre la redención y la posibilidad de enmendar errores, aunque el precio, al margen del arrepentimiento, resulte demasiado alto.

“Es un proyecto que tuve siempre y la obra llega en el momento en que, creo, puedo comprenderla a cabalidad. Además de madurar como persona de teatro, he madurado como persona. Acabo de cumplir 62 años y las cosas empiezan a mirar de otra manera. Uno empieza a entender la importancia de permitir que las cosas fluyan y de dejarle más espacio a la gente a la que se lo tienes que dejar”, señala Isola.

Actores y personajes
Con 12 actores en escena, la obra está ambientada en el formal mundo de la corte de Sicilia del siglo XIX y en el mundo rural de una Bohemia más festiva.

Franklin Dávalos – Floricel, hijo del rey Polixenes
“Mi personaje lo he identificado como una imagen romántica del mismo Shakespeare, enamorado de una mujer joven y viéndose joven a sí mismo. La obra es, creo, una reflexión sobre su vida, una mirada a lo que vivió, a los amores que tuvo. A su amor por el teatro, porque hay un escenario montado en escena que yo adopté como una imagen lúdica del mismo Shakespeare y su necesidad de vivir esas tantas vidas que te permite vivir el teatro”.

Leonardo Torres – Rey Leontes
“Un cuento para el invierno es una obra que nos hace sentir, y a través de lo que sientes es que empiezas a entender algo, no porque la obra te haya dicho que pensar, sino porque ha removido algo en ti y en ese proceso es que entiendes. Es la característica de los clásicos, hay algo para todos y para todos es distinto. Sobre mi personaje, creo que me habla continuamente sobre los celos y la ira, que son dos monstruos con los que vengo luchando todavía. Lo ideal es que cada personaje te haga crecer de alguna manera y a mí me está ocurriendo”.

Miguel Iza – Rey Polixenes
“Shakespeare es muy divertido siempre, nunca sabes lo que te va a contar hasta que lo tienes que hacer. La obra tiene personajes ricos con los que es fácil identificarse. Sobre la dirección puedo decir que Alberto te da toda la libertad del mundo, pero siempre te está chequeando, y no hay mejor cosa para un actor que sentirse contenido, observado, protegido”.

El elenco lo completan Alejandra Guerra, Mónica Rossi, Alfonso Santiestevan, Alfonso Dibós, Alberick García, Miguel Álvarez, Paloma Yerovi y los niños Gonzalo Candela y Sergio Bernasconi.

Datos:
Temporada: Del 12 de setiembre al 14 de diciembre
Hora: 8.00 p.m.
Lugar: Teatro Británico – Jr. Bellavista 527, Miraflores.