(AP) A simple vista, las cifras son desalentadoras. La venta de entradas al cine en Estados Unidos y Canadá está casi US$ 500 millones por debajo de la taquilla del verano pasado boreal, y en su peor nivel en años.
La caída de 12.4% se produce en un momento crucial para Hollywood, acechada por temores constantes sobre el impacto del streaming, la televisión y todas las otras opciones de entretenimiento.
AMC, la cadena de cines más grande de Estados Unidos, vio los precios de sus acciones desplomarse en parte por las bajas ventas y su pronóstico de un tercer trimestre “muy desafiante”.
Y sin embargo gran parte de la historia en los multicines ha sido positiva este verano. Pocas de las películas que recibieron buenas reseñas y una cálida acogida de los cinéfilos no tuvieron un buen desempeño en taquilla. Con algunas excepciones, cuando los estudios sacaron la mercancía, los clientes acudieron en masa.
Los máximos éxitos del verano — “Wonder Woman” (“Mujer Maravilla”), ‘‘Spider-Man: Homecoming” (Spider-Man: De regreso a casa) y “Guardians of the Galaxy Vol. 2” (“Guardianes de la Galaxia Vol. 2”) —fueron todos elogiados y vendieron excelentemente bien.
Dos de esas cintas también le enderezaron el camino a estudios que estaban teniendo dificultades para igualar el poder de las franquicias de Disney.
“Spider-Man: Homecoming” fue una muy necesitada inyección de energía para la reestructurada Sony Pictures, que siguió este éxito con un hit original: “Baby Driver” (“Baby: el aprendiz del crimen”) de Edgar Wright.
La “Wonder Woman” de Patty Jenkins finalmente le dio brillo al DC Comics de Warner Bros. La película, que recientemente superó los US$ 400 millones en Estados Unidos, también impuso récord como la cinta más taquillera dirigida por una mujer.
Warner Bros. luego estrenó un serio contendiente temprano para los Oscar: la épica de Christopher Nolan sobre la Segunda Guerra Mundial “Dunkirk” (Dunkerque).
“Lo que vimos este verano fue a un público caprichoso. Las cosas que les gustaron, realmente les gustaron”, dijo Jeffrey Goldstein, jefe de distribución de Warner Bros. “Las cintas que fueron bien recibidas fueron recompensadas con un buen desempeño”.
Todas menos tres de las películas que estuvieron de No. 1 este verano fueron certificadas frescas por el sitio especializado Rotten Tomatoes, incluida la más reciente: la secuela de terror “Annabelle: Creation” (“Annabelle 2: La creación”).
“Lo irónico es que éste fue uno de los mejores veranos para ser cinéfilo, pero no operador de cine”, dijo Paul Dergarabedian, analista de medios senior para comScore.
“Cuando veo películas como ‘Guardians 2’, ‘Wonder Woman’, ‘War for the Planet of the Apes’, ‘Spider-Man: Homecoming’, ‘The Big Sick’, ‘Detroit’, ‘Baby Driver’, ‘Dunkirk’, ‘Wind River’, debo decir que ha sido una época maravillosa para ir al cine”.
“Como que fue el mejor momento, y el peor momento”, dijo Dergarabedian.
Y su lista puede expandirse con facilidad. Aunque muchas comedias se vieron en dificultades, este verano boreal produjo una exitosa: “Girls Trip”, que está por superar los US$ 100 millones en Estados Unidos.
Dos de las cintas más originales que estuvieron en boca de todos fueron “Good Time”, con Robert Pattinson, y “A Ghost Story”, con Casey Affleck. El viernes, el director ganador del Oscar Steven Soderbergh estrena su filme de ladrones “Logan Lucky”, con Channing Tatum.
Aunque no siempre han ayudado al resultado final, un número inusual de cineastas y distribuidores advenedizos han intentado sacudir este verano.
Aun el fracaso más espectacular de la temporada —la megaproducción de ciencia ficción “Valerian and the City of a Thousand Planets” (“Valerian y la ciudad de los mil planetas”) de Luc Besson — fue encantador.
El filme, hecho y financiado afuera del sistema de Hollywood, es el tipo de película de autor costosa que los estudios no se atreven a hacer hoy.
¿Cuál es el problema? ¿Dónde están los US$ 500 millones faltantes? (Esa es la brecha que dejaron los ingresos de taquilla generales del verano, que suman unos US$ 3,400 millones.)
Hay dos factores importantes en los totales de la temporada. Uno es la falta de una gran producción programada para finales del verano. Antes de que el verano de Hollywood acabe el fin de semana largo por el feriado del Día del Trabajo, no habrá un “Suicide Squad”, un ‘‘Straight Outta Compton” u otro “Guardians of the Galaxy” (todos estrenos de agosto) que impulse los números.
Más significativo es el pobre desempeño que tuvieron las grandes franquicias. La quinta entrega de Transformers de Paramount, la quinta “Pirates of the Caribbean” (“Piratas del Caribe”) de Disney y la última “The Mummy” (“La momia”) de Universal todas defraudaron. Pero no casualmente habían sido todas acribilladas por la crítica.
Estos títulos, hasta cierto grado, mitigaron sus pérdidas con mejores desempeños en el extranjero. Cada uno facturó cerca del 80% de sus ingresos totales en ultramar.
La última cinta de “Piratas”, “Dead Men Tell No Tales” (“La venganza de Salazar”), se estrenó en China y recaudó US$ 614 millones a nivel internacional. “Transformers: The Last Knight” (“Transformers: el último caballero”) facturó US$ 228.8 millones en China, más que cualquier otra película estadounidense este verano.
La taquilla internacional en conjunto creció 3.8% este año, según comScore, un incremento de unos US$ 600 millones.
Pero esas películas — junto con “War for the Planet of the Apes” (El planeta de los simios: la guerra) y “Alien: Covenant” — demostraron que la fatiga por las franquicias que afectó al verano pasado tuvo su propia secuela en el 2017.
Aunque no tanto como el año pasado, cuando una docena de continuaciones no lograron superar a sus antecesoras, los cinéfilos continúan descartando nuevas versiones de marcas conocidas.
“Ha habido algunas fallas grandes y costosas esta temporada”, dijo Adrian Smith, presidente de distribución doméstica de Sony. “El consumidor quiere contenido único, fresco y original. No quieren propiedades viejas y agotadas. Creo que esta es su forma de expresarlo”.