Una vez más, el Perú se enorgullece por una de sus mayores cosechas: nuestra gastronomía. Luego de casi cuatro años, otro compatriota ostenta una valiosa estrella Michelin, la cual designa que “un restaurante es muy bueno en su categoría” tras ser evaluado por la calidad, creatividad y el esmero de sus platos.
El autor del nuevo reconocimiento es Carlos Camino y “Miraflores”, su restaurante franco-peruano ubicado en Lyon (Francia).
Bajo el lema “Mi cocina es como yo, apasionado a la libertad y sin concesión”, el chef que se acerca a la cuarta década, logró que su local sea una de las 70 inclusiones de restaurantes con estrellas de la Guía Michelin Francia 2017, de un total de 616.
Al enterarse de la mención, Carlos –perfil bajo como se mantiene en el mundo culinario–, solo publicó en sus redes sociales una foto de la ceremonia, y las felicitaciones no tardaron en llegar.
El espacio franco-peruano
En agosto del 2013, en la angosta calle Garibaldi ubicada en Lyon, Camino abrió las puertas de “Miraflores” con un único propósito: cautivar a sus comensales.
“Mi universo se compone de productos de mi infancia y tradiciones de mi país, y me gusta sorprender a la gente con nuevos sabores, salir de los códigos establecidos”, declaró al portal “Los sombreros blancos del mundo”.
La peculiaridad de sus platos y fusiones rápidamente capturaron la atención de los críticos culinarios de Michelin.
Por ello, este año hicieron esta referencia sobre él: “El joven chef lleva a sus comensales a un viaje encantador culinario franco-peruano con productos orgánicos, como el camu camu o el huacatay”. Los críticos aclararon que si el cliente no conoce los productos, puede encontrar un glosario con todos los términos al final de la carta.
Delicias nacionales
Hoy, entre sus especialidades destaca el infaltable cebiche, el risotto de quinua y la codorniz con cerveza malta, además de cuatro menús de degustación a los que llama Cusco, Nazca, Lima y Temporada de otoño, que incluyen alimentos peruanos y orgánicos.
Los precios varían entre los US$ 51 y US$ 96. Y por unos US$ 37 adicionales se puede acceder a una degustación de copas de vinos.
Chef con raíces peruanas
Carlos Camino pasó su infancia entre Lima y Jauja. Y, a diferencia de otros chefs, no aprendió a cocinar por pasión, sino por necesidad.
“Cuando era joven, no teníamos mucho dinero. Y cuando mi mamá y mi hermana iban a trabajar, yo tenía que cocinar, así que seguía las instrucciones de mi madre. Empecé a hacerlo entre los 4 y 6 años”.
Al terminar el colegio, Carlos estudió Hotelería en Lima, pero tenía hambre de más. Y tras seis años de intenso trabajo en la capital, en el 2003 viajó a Francia y al poco tiempo empezó a especializarse en una escuela de Lyon.
“Tenía el objetivo de profundizar el conocimiento de la lengua francesa y dominar los engranajes de las instituciones, teniendo en la mira la apertura de un propio establecimiento”, comenta en la web de “Miraflores”.
Tras la obtención de un diploma, hace casi cuatro años, Camino cumplió el sueño del restaurante propio.
Desde entonces prometió: “intentar modificar la mirada que los clientes tienen sobre mi país de origen y de la gastronomía francesa. Una cocina puede ser condimentada o delicada, llevar la impronta de la tradición y de la modernidad, puede ser de influencia extranjera y ser distinguida”. Hoy lo está cumpliendo.
Otros peruanos que ganaron estrellas
Dos restaurantes de chefs peruanos ganaron antes estrellas Michelin en el 2004, Víctor Gutiérrez obtuvo una con el local del mismo nombre ubicado en Salamaca y de corte internacional; y en el 2013, Virgilio Martínez recibió una estrella por su restaurante peruano “Lima”, que se encuentra en Londres. Además, “Pakta”, de Albert Adriá en Barcelona, recibió en el 2014 una estrella Michelin con el peruano Jorge Muñoz como jefe de cocina.