Nunca se fueron del todo, pero estos símbolos por excelencia del lujo, vieron afectado su mercado por la fría garra de la crisis.

Eso sí, tras varios años de fluctuaciones, en el 2014 volvieron a brillar y la demanda de los diamantes en bruto se elevó un 4.2% a lo largo de toda la cadena de valor.

Los países que más apostaron por estas inmortales gemas y concentraron la mayor parte de la industria fueron EE.UU., China e India. Los estadounidenses se erigieron como líderes en el mercado minorista, los chinos dominaron el sector del pulido mientras que los indios se hicieron fuertes en el de la fabricación de joyas.

Sin embargo, la persistencia de la inestabilidad económica aún envuelve de dudas el futuro del diamante a pesar del repunte de este año. Un informe de la consultora Bain&Company señala que, al margen de la coyuntura económica, aún persisten algunos factores que ponen en duda el futuro del mercado a largo plazo como la dificultad para encontrar financiación, la influencia del marketing, las piedras sintéticas o el devenir de las modas vigentes en cada momento.

En la próxima década, se espera que la demanda de diamantes en bruto crezca entre un 4% y un 5% al año gracias a la mejora de la economía mundial que se espera en los próximos años. Asimismo, la oferta se elevará entre un 3.5% y un 4% hasta 2019 y a partir de ahí comenzará a disminuir poco a poco (entre un 1.5% y un 2%) hasta el 2024. Según estas previsiones, el aumento de la demanda y el descenso de la oferta dispararán el precio de mercado de la piedra preciosa.

Diario Expansión de España
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