Nancy Portugal Prado
nancy.portugal@diariogestion.com.pe
Hace 10 años existían en Lima solo 10 restaurantes de sushi. La oferta era exclusiva y costosa. Con un ticket de S/. 90 por persona, apelaba solo a un público con un alto poder adquisitivo
“Edo inició con un local de 37 personas en San Borja, cuando comer sushi era mucho más caro. La idea era darles la misma calidad, pero a un buen precio. En un tiempo el ticket era de S/90 por persona. Buscamos poner la oferta en S/. 50 por persona”, revela Rafael Matsufuji, gerente general de Edo Sushi Bar, que celebró su décimo aniversario.
Hoy, con diez locales, incluyendo uno en Arequipa y otro en Ecuador, el restaurante se caracteriza por hacer comida japonesa con ingredientes peruanos y recibe unas 30 mil personas cada mes. “Nuestros makis propios son muy representativos, creamos un promedio de tres cada año y ahora tenemos más de 50”.
Una de estas creaciones es su versión del maki acevichado. Crema de tiradito, cebolla china, picante japonés, salsa de soya, ajo y caldo de pescado convergen en un platillo fresco y muy solicitado. Otro de sus makis, el Inka maki, tiene salmón empanizado con palta, crema de trucha ahumada, chicharrón de piel de pescado y salsa dulce de anguila.
“El comensal empieza con sabores suaves, pero también hay clientes que vienen por primera vez y aceptan probar atún y salmón. Yo creo que hay sabores a los que no se arriesgan, con los que sacas tu título de comensal de sushi como el erizo o la huevera de pescado”, detalla.