La cineasta Evelyne Pegot-Ogier ya perdió la cuenta de las veces que ha visto La hora azul, su primer film. Lo mismo le sucede con la novela homónima, escrita por Alonso Cueto, y en la que se basó para realizar la película. Se estrenó en salas limeñas hace una semana.
Recuerda, eso sí, la primera vez que la leyó. Fue en el 2007. “Me pareció que lo que estaba viviendo el personaje, también me pasaba”, expresa la autora. Se refiere a la época de duelo que vivió por la muerte de su padre. “Esconderme detrás de la novela que había escrito otro me daba una cierta distancia con la cual me sentía cómoda para hablar de algo muy personal”, revela.
De esa primera lectura nació la idea de hacer una adaptación para la pantalla grande. “Traté de conocer a Cueto, pero pasaron dos años hasta que pude hablar con él”, comenta la directora. Al escritor le gustó el proyecto y, con su autorización, Pegot-Ogier comenzó a escribir el guión.
Guión
Elaborar el guión fue lo más difícil. “Enfrentarme sola a un proceso creativo me costó bastante trabajo”, confiesa la cineasta. Sin embargo, durante el tiempo que duró esto, el apoyo del novelista fue muy útil.
“No había ninguna cláusula en el contrato que dijera que él debía aprobarlo. Sin embargo, estuvo involucrado como consejero”, indica.
Cueto leyó cada versión que la directora hizo del guión. Sin embargo, siempre le recalcó que la nueva obra era suya y él no se entrometería.
Rodaje
Una vez listo el script, el proyecto ganó un concurso del Ministerio de Cultura en el 2012. El premio fue S/ 550,000 para el rodaje de la película.
Entonces, comenzó el casting. Para el protagónico, la directora tenía en mente a Giovanni Ciccia en el papel. “Su perfil corresponde al del personaje”, acota. El resto del elenco lo conforman Rossana Fernández Maldonado, Lucho Cáceres, Jackelyn Vásquez y Reynaldo Arenas.
El filme estuvo listo dos años después, en el 2014. Una semana después, se estrenó en el Festival de Montreal.
En salas limeñas
Lo complicado vino después. Y es que, para estrenar una película en salas (solo en Lima), requiere de un presupuesto enorme. “Afortunadamente, ganamos nuevamente un concurso de distribución del Ministerio de Cultura”, apunta Pegot-Ogier. El premio constó de S/70,000. Con ese monto, la obra se encuentra en siete cines de la capital, han contratado publicidad, han pagado el avant premiere, entre otros gastos.
Ese pago, sin embargo, no garantiza el tiempo que la obra se mantenga en cartelera. “Pueden ser dos semanas o seis”, comenta. Eso depende de la audiencia y de los cines.
“Hacer drama en el Perú no es un buen negocio”, afirma la cineasta. “El mercado hace que solo sean rentables la comedia y el terror. Pero, para que la cinematografía sea saludable, tiene que existir de todo”, añade.
La creadora de La hora azul sostiene sin los premios del Ministerio de Cultura sería imposible hacer ese tipo de cine en el Perú. Sin embargo, considera que el Estado “debería incentivar a las empresas privadas con leyes de mecenazgo de crédito fiscal para que estas apoyen la cultura”.
El aporte del sector privado en la cultura es muy pequeño aún, según Pegot-Ogier. “Invierten como socios en películas como “Asumare” o dan pequeñas cantidades de dinero en proyectos como este. Pero las pequeñas cantidades nunca llegan a ser suficientes para sacar adelante el proyecto”, sostiene.
Datos
-En talento, la inversión de “La hora azul” fue entre 15% y 20%.
-Lo más costoso fue el rodaje. Es la parte donde se tienen más gastos en un período corto de tiempo (de cuatro a seis semanas).