Tradición literaria. Así podría definirse a la Feria del Libro Ricardo Palma, que desde mañana hasta el 6 de noviembre celebrará su edición trigésimosétima. El lugar es el mismo de hace tres años: El Parque Salazar (Larcomar) en Miraflores.
Cambios
Germán Coronado, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), aún recuerda cuando la feria era una actividad cultural pequeña, muy de barrio. “Circunstancias diversas han hecho que crezca de manera notoria”, anota.
Este año, esperan superar los 100,000 visitantes y el volumen de ventas de S/ 2 millones y medio que se lograron el año pasado.
Más allá de las cifras, el directivo prefiere destacar “el vínculo que tiene el evento con la ciudad. Es un diálogo entre los autores, editores y la gente que recorre Miraflores”, explica. Además de los paseantes del malecón que llegan desde otros distritos, se apunta llegar a los turistas extranjeros que pasan por Larcomar (se estima que son más de un millón de personas anualmente).
Para ello, se han preparado más de 120 actividades culturales (entre lanzamientos de libros, homenajes y conversatorios) para atraer a los lectores.
Dos ferias, dos públicos
El universo de posibilidades de lectura también creció. “Hay libros para todos los rangos de edades y para todo tipo de lector”, afirma Coronado. “Es una versión compacta de la Feria Internacional del Libro (FIL)”, agrega.
Dada la cercanía de ambos eventos culturales, cabría la posibilidad de que ambos se anulen comercialmente. Sin embargo, el ejecutivo precisa que eso no es posible. “Son distintas y cada una tiene su público. No veo ningún antagonismo entre ellas. Al contrario, son complementarias”, acota Coronado. “Esta feria atrae más a personas de Barranco, Chorrillos, San Isidro y, por otro lado, la FIL va para el público de la metrópolis”, aclara.
Políticas nacionales
Para el directivo de la CPL, el crecimiento de las ferias locales se debe primordialmente al desarrollo de la industria editorial. Sin embargo, esto no ha ido de la mano con políticas nacionales que ayuden a promover el libro y la lectura.
“El Estado no ha cumplido su parte. Tenía que gestar un grupo de trabajo que promueva la instalación de bibliotecas públicas y no se ha hecho nada”, se queja.
“Nosotros hemos cumplido nuestra parte de desarrollar la industria, pero no hay lectores”, sostiene el representante del gremio de editores.
En ese sentido, la iniciativa llamada “Librotón”, promovida por el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, y cuyo objetivo es recolectar libros mediante donaciones, no ayuda, según Coronado.
“Quiere hacer bibliotecas con basura. No invierte dinero para hacerlo”, expresa.
De otro lado, el presidente de la CPL sostiene que la Ley del Libro ya cumplió con su ciclo. “Lo que se necesita ahora es una política nacional. Colombia, por ejemplo, destina 4% del impuesto que se cobra por cada llamada telefónica para la creación de bibliotecas públicas”, manifiesta.
En ese sentido, el titular de la CPL se reunió con el entonces candidato Pedro Pablo Kuczynski, quien le dijo que, si llegaba a ser presidente, la ley se mantendría y se crearía una política nacional a largo plazo.