La publicidad es invasiva en la Web, afirman algunos consumidores, sobre todo los más jóvenes. Según Sandra León, profesora de comunicaciones de la UPC, 200 millones de usuarios de Internet bloquean los avisos. Es decir, usan los ad- blockers: programas que cumplen esta tarea que amenaza a la publicidad digital.
*Consumidores
Según Ivo Zlatar, director de estrategia e innovación de SrBurns Perú, los principales consumidores de estos programas son los jóvenes, en especial los amantes de los videojuegos en línea. “Los gamers son los más amigos de los ad-blockers, seguidos por las personas que navegan en redes sociales y luego están los amantes de tecnología”, añade a Gestión.
El especialista señala que los bloqueadores nacen cuando a las empresas se les empieza a dar la posibilidad de un altísimo alcance con baja inversión, pero esto desencadenó que la comunicación que se brindaba se diera sin ningún tipo de segmentación
“Esa situación, además de dejar cookies en tu computadora y que de alguna forma invadan el espacio, desencadenó el incremento de la demanda de ad-blockers”, señala.
No son altruistas
León explica que ellos (adblockers) cobran un monto a las empresas que ponen publicidad y regulan la comunicación que estas firmas desean brindar a sus consumidores. “Inicialmente, los bloqueadores de avisos nacieron como una miniprotesta hacia los medios publicitarios. Sin embargo, ahora muchos de estos programas cobran a las empresas para no bloquear sus contenidos ni banners”.
Coincide el vocero de Sr. Burns, pues sostiene que la manera en que estos programas de bloqueos generan sus ingresos es a través de donaciones que piden a los mismos usuarios. En otros casos, optan por vender sus software a las firmas que no deseen que sus anuncios sean bloqueados. “En ningún caso, los creadores de ad-blockers hicieron estos programas de manera altruista”.
Recomendaciones
Sin embargo, tener un adblocker no necesariamente es beneficioso para el usuario. Si bien exige que las agencias brinden contenido atractivo a sus consumidores, también impacta en el mercado.
Para Zlatar, “la gente está acostumbrada a que en Internet el contenido sea gratuito y no consideran que detrás existen marcas. Al bloquear la publicidad están bloqueando los presupuestos para generar contenidos”.
Para León, el mundo de la publicidad pierde alrededor de US$ 20 millones por este tipo de programas. Por ello, recomienda que las agencias brinden contenido más relevante. “Lo que pasa es que hemos caído en la misma fórmula de un poco de diversión, imagen y probablemente se necesita algo más allá”, sostiene.