(AP) John Robinson y su esposa Lisa, uno de los tres ganadores de la lotería Powerball por la suma récord a nivel mundial de US$ 1,600 millones que salió el miércoles 13, comentaron que no dejarán de trabajar ni harán adquisiciones alocadas.
Pagarán su hipoteca y los préstamos estudiantiles de su hija, y no desean salir de su pequeña casa de un solo piso para adquirir alguna lujosa vivienda en otro sitio, afirmaron.
“Nunca quise eso. Y no lo quiero ahora”, dijo Lisa Robinson, quien trabaja en un consultorio dermatológico; “Las casas grandes son lindas. Pero también hay que limpiarlas”, manifestó su esposo.
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Robinson informó que contactó a su hermano para que le ayudara a encontrar abogados y planificadores financieros antes de decidirse por un solo pago de casi US$ 328 millones, luego de impuestos, en lugar de permitir que la lotería invirtiera su premio y le pagara montos anuales durante 30 años por un estimado total de US$ 533 millones.
¿Por qué dejar pasar un ingreso de más de US$ 200 millones?
“Vamos a tomar la suma neta, porque el mañana no lo tenemos garantizado. Solo queríamos un pedazo grande del pastel. Y estamos muy agradecidos por ese pedazo”, dijo Robinson.
Nadie ha entregado los otros dos boletos ganadores, que vencieron las posibilidades de 1 en 292.2 millones, al tener los seis números correctos, y que se vendieron en un supermercado Publix de Melbourne Beach (Florida) y en una tienda de la cadena 7-Eleven en Chino Hills (California).
En California, cualquier ganancia que no sea reclamada en un año va automáticamente a las escuelas del estado. Florida tiene un plazo de seis meses para reclamar el premio antes de transferir el 80% a un fondo educativo y el otro 20% se acumula en futuros premios.