(AFP) La legalización del matrimonio homosexual en varios estados de Estados Unidos provocó una reducción neta de los intentos de suicidio entre adolescentes, según un estudio.
La investigación publicada en el periódico American Medical Association, Pediatrics, afirma que tras la entrada en vigor de las leyes que legalizan el matrimonio homosexual se registraron 134,000 intentos de suicidio menos entre jóvenes.
Los investigadores compararon los estados que legalizaron el matrimonio homosexual antes de enero del 2015 con aquellos que no lo hicieron.
La Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el matrimonio homosexual en todo el país en junio del 2015.
En los estados que legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo, la tasa de tentativa de suicidio bajó 7% entre los adolescentes en general, respecto a los otros estados sin legalización. La baja fue de 14% entre los adolescentes gays, lesbianas y bisexuales.
Esta tendencia continuó durante al menos dos años.
“El hecho de autorizar el matrimonio homosexual reduce la estigmatización vinculada a la orientación sexual y aunque los jóvenes gays no tienen intención de aprovechar esas leyes hasta dentro de muchos años, los hace sentir menos estigmatizados y más confiados en su futuro”, explica Julia Raifman, investigadora de la Universidad de Johns Hopkins, principal autora de estos trabajos.
El suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 24 años en Estados Unidos, después de los accidentes involuntarios.
La tasa de intento de suicidio sigue aumentando entre los jóvenes en el país, con un crecimiento de 47% de casos que requirieron una intervención médica entre el 2009 y 2015.
Este estudio muestra que el 29% de los adolescentes gays, lesbianas y bisexuales, dicen haber intentado suicidarse durante los doce meses precedentes, contra el 6% entre los heterosexuales.
Estas estadísticas cubren 32 de 35 estados que legalizaron el matrimonio homosexual entre el 2004 y 2015.
Los investigadores usaron los datos del periodo que va de enero de 1999 a fines de diciembre del 2015 con el fin de recoger las tendencias de intento de suicidio cinco años antes de que entrara en vigor la primera de esas leyes en Massachusetts.